[review] Black Label Society – Catacombs of the Black Vatican

Por Nekrokosmos

01. Fields Of Unforgiveness
02. My Dying Time
03. Believe
04. Angel Of Mercy
05. Heart Of Darkness
06. Beyond The Down
07. Scars
08. Damn The Flood
09. I’ve Gone Away
10. Empty Promises
11. Shades Of Gray

Black Label Society son ese tipo de banda que juega en terreno seguro: llevan varios discos utilizando ese metal infusionado de sonido sureño, blues y sludge con mucha distorsión para crear un sonido que miles de seguidores adoran ¿Se los puede criticar de poco innovadores? Lo cierto es que con las consecuentes repeticiones se han hecho unos maestros de lo suyo…y con la inclusión de un nuevo baterista en la banda las cosas tienen cierto aire a innovación.

No, no te alarmes porque Black Label Society siguen sonando a Zakk Wylde y los suyos de toda la banda. Chad Szeliga, ex-baterista de Breaking Benjamin, se ha sabido adaptar a la perfección a la dureza y consistencia de la banda, pero también ha añadido un groove especial que puede guiar a la banda hacia nuevos derroteros. Si tenemos en perspectiva el anterior “Order Of The Black” otro de los cambios mas notorios que encontramos aqui son un shred menos presente de manos de Wylde (que si se luce a la perfección en unos solos muy sentidos y mas cuidados que en lanzamientos anteriores) y unas baladas mas sentidas y emotivas de las que recordamos desde hace años en Black Label Society. De una manera fácil de enteder: son mas creíbles.

Aunque la producción se encuentre totalmente cuidada y planeada para sonar perfecta en cada ocasión, es la crudeza y el ruido intencionado de canciones como “My Dying Time” o “Empty Promises” lo que hace que identifiquemos a este nuevo bastardo como un cruce entre los Pantera de la última época con los Alice In Chains primerizos, llegando a ciertos registros con atmósferas estremecedoras. Dentro de todo no han se han salido de la fórmula pero apuntan maneras hacia nuevos derroteros.

La banda sigue arrastrandose lentamente por los riffs cuando tiene que hacerlo, reduciendo los tempos en momentos justos o desatando la locura cuando asi el disco lo pide, y es que sin querer levantar un hype sobre la banda podemos asegurar que se trata del disco de Black Label Society que todos esperabamos. No ganarán ningún fan nuevo porque los cambios aun son imperceptibles, pero si que se trata de un soplo de aire fresco para quienes llevamos escuchandolos mas de una década.