Por Nekrokosmos
Michael Crain – Guitarra
Justin Pearson – Bajo
Dave Lombardo – Batería
Mike Patton – Voz
01. Love Without Love
02. Animal Espionage
03. Heart Reformer
04. Strong and Wrong
05. Ants and Dragons
06. Nightclub Canary
07. Christian Missile Crisis
08. Reign of Error
09. Imposter Syndrome
Había que comprobar si 5 años después Dead Cross todavía mantenía la magia. No será por los nombres involucrados en el proyecto, pero había que ver como este tiempo (pandemia incluida) había afectado a sus integrantes. Mike Patton había cancelado casi todas sus actividades y había confesado su lucha contra la ansiedad, agorafobia y el alcoholismo agravado por el confinamiento. Todo estaba preparado para que ‘II’ fuese un cóctel molotov ¿Lo es?
Dead Cross hacen de ‘II’ una respuesta muy precisa y electrificante de hardcore punk a toda la locura y los horrores que hemos tenido que vivir en durante la pandemia. Siguen por el mismo camino de su disco debut, pero diría que tocan muchos más nervios en esta ocasión, algo inevitable en una evolución como proyecto. Podemos tomar como ejemplo la primera “Love Without Love” en clave de post punk que va construyendo picos en los que Patton se siente vulnerable pero también hostil. Una producción cavernosa ayuda mucho en temas como “Animal Espionage”, el uso de muchas reverbs y sobre todo esas percusiones tribales de Dave Lombardo.
Escuchar estas canciones de punk rock nos da esa sensación de paranoia, de pánico, el de alguien al borde de un colapso emocional. Canciones como “Heart Reformer” o “Reign Of Error” solo las podía haber compuesto un grupo de lunáticos. No vamos a negar que nos excita volver a escuchar a Patton haciendo piña con Justin Pearson, vomitando por todo el salón y dando vueltas sobre ideas primigenias que terminan siendo pajas mentales para fans del punk y del metal más cazurro. Es el tipo de música que esperas que hagan unos chavales sin prejuicios un martes noche en un CSA.
Tampoco deja de ser toda una montaña rusa llena de clavos oxidados, que va desde la agresividad hardcore de “Nightclub Canary” a la melancolía esquizofrénica de la final “Imposter Syndrome”. ‘II’ es un disco que lleva el sello Ipecac en todas sus pistas, y una prueba final de que la música puede funcionar como exorcismo y solución a todos los males cuando te encuentras en un callejón sin salida. De esta asociación de perros viejos de la escena solo podría salir esta maravilla.