Por Nekrokosmos
Julio F. Cordero – Voz, efectos
Búho Sánchez – Voz, guitarras, baterías
Tanín Izquierdo – Voz, baterías, guitarras
Koe Casas – Teclados
Jesús Trivinho – Mesa
1. Madre 04:38
2. Niño Salvaje 03:35
3. Müllenbach F.S. 03:14
4. El Hombre De Cera 04:33
5.La Llamaban Nadie 03:44
6.Tan Fuerte 04:15
7.Hong Kong II 04:52
8.Pennsylvania 07:05
“Santana Bendita” es un disco jodidamente divertido. Es cierto que es ya el cuarto álbum de El Lobo En Tu Puerta, pero no es hasta ahora que he conectado realmente con su música, quizás hacía falta ese toque de desert, de sabbath, y todos esos guiños al rollo 90´s que dejan salir en este álbum para que por fin sus canciones hagan click en un servidor. Han puesto más peso en la instrumentación de este lanzamiento, y con dos invitados muy importantes las reglas del juego cambian.
Las letras siguen siendo su bandera para conseguir que su música sea pegajosa, pero es imposible no escuchar los teclados de Koe Casas (Atavismo) y el trabajo de platos de Jesús Trivinho en temas como “Müllenbach F.S.” O “Hong Kong II” (¿Herencia de Illya Kuryaki and the Valderramas?), en un aparente caos de guitarras y batería que El Lobo En Tu Puerta tienen bastante controlado. Las comparaciones con Beastie Boys se les quedan ya cortas, cuando tienen temas tan oscuros como “Madre” o “Pennsylvania” donde se adentran incluso en el terreno del doom rock para coquetear con varios palos, siempre ayudados por una producción rasposa que beneficia a cada uno de sus temas.
Es la cadencia y la repetición de canciones como “La Llamaban Nadie”, un riff conductor que ni el propio Iommi, y la inmediatez de sus canciones que hacen que los 35 minutos de este disco se pasen volando. No hacen nada innovador, pero han recogido lo más reseñable de una década memorable (como lo hicieran Mantar recientemente en su disco de versiones) como para que conecte con cualquier chaval en sus 30 que se haya criado en el rock / metal alternativo. Si me apuras es como si Helmet se hubiesen criado en Andalucía y les diese por coquetear con el sonido stoner.
El eco en la voz, esos teclados alejados del psych que más bien añaden misterio a las canciones, el sonido seco de batería que retumba en el pecho y con un bajo que le sigue muy de cerca, la distorsión a chicharra de las guitarras y unos efectos de drones disparados hacen que “Santana Bendita” sea sin duda uno de esos discos que tanto cala porque no se preocupa en centrarse en las reglas de un género y hacer algo formulaico. Déjate de pretensiones y ponte esta mierda, que es de la buena.