[review] Hjelvik – Welcome To Hel, un disco que te hará pasar muy buenos momentos

Por Nekrokosmos

Erlend Hjelvik – Voz
Alexis Lieu – Bajo
Kevin Foley – Batería
Rob Steinway – Guitarra
Remi André Nygård – Guitarra

1. Father War
2. Thor’s Hammer
3. Helgrinda
4. The Power Ballad Of Freyr
5. Glory Of Hel
6. 12th Spell
7. Ironwood
8. Kveldulv
9. North Tsar
10. Necromance

No lo voy a negar, tenía mucho morbo de escuchar lo que hacía Erlend fuera de Kvelertak, y más aún cuando Ivar Nikolaisen ha sido una incorporación tan buena para los noruegos.

Lo primero que me atrajo de Kvelertak, desde su debut, fueron las voces rabiosas de Erlend Hjelvik y el carisma con el que envolvía la imagen de la banda. El búho, su cara de pocos amigos, y una oscuridad palpable en su voz que esperaba encontrar en este disco en solitario, y que se ve totalmente magnificada por un sonido mucho más metal.

Se nota en estas 10 canciones que Hjelvik vuelve a disfrutar con lo que hace, y que se encuentra mucho más cómodo en este revival de heavy metal y black que presentan canciones como “Helgrinda” o “North Tsar” que con las canciones cercanas a la fiesta punkarra que le ofrecía su anterior banda. Desde la portada, diseñada por Joe Petagno (responsable de la mascota de Motörhead), podemos respirar chupas de cuero, solos de guitarra épicos y mitología nórdica aplicada con sentido y sin la repetición cliché que usan bandas como Amon Amarth.

“Welcome To Hel” es una montaña rusa en la que pasamos de guiños a Iron Maiden a una atmósfera a lo Satyricon en cuestión de segundos, en donde Erlend decide grabar un disco casi totalmente en inglés para llegar a muchos más mercados, en donde Matt Pike no es solo un mercenario para atraer a curiosos sino que marca la diferencia en canciones como “Glory Of Hel”, una de las únicas que tiene una idea pensada para Kvelertak y preservada desde entonces. No es un disco que cambiará tu vida pero que te hará pasar muy buenos momentos, que te meterá en batalla y con la que podrás invocar a los dioses del metal si es que extrañas eso tan especialmente oscuro que tenían Kvelertak.