Por Kratos
Alex Camargo – Voz, bajo
Moyses Kolesne – Guitarra
Max Kolesne – Batería
01. Scourge Of The Enthroned
02. Demonic III
03. Devouring Faith
04. Slay The Prophet
05. A Thousand Graves
06. Electricide
07. Abysmal Misery (Foretold Destiny)
08. Whirlwind Of Immortality
Cuando llevas 30 años en un grupo, y más aun en un estilo como el death metal, lo más normal es que te acomodes a un sonido…esto es que hagas discos similares en todos los aspectos posibles, que al fin y al cabo no tiene nada de malo en un género tan trillado si lo haces bien y con buena letra. Con lo que no contabas es que a los brasileños Krisiun les va la marcha y deciden cambiar las reglas del juego de vez en cuando.
Si su anterior “Forged In Fury” de 2015 nos pareció un disco demasiado largo y acelerado, aquí intentan lo contrario volviendo un poco a sus raíces en cuanto a death metal de la vieja escuela se trata. Vuelven a escuchar sus discos de Deicide y Bolt Thrower, para darse cuenta que cuando lento y bajo de tonalidad toques, mas temor puedes infundir. El resultado es que canciones como “Demonic III” o “Electricide” son jodidamente macabras, y super directas.
No se andan con rodeos ni florituras, Moyses mantiene sus guitarras minimalistas mientras que deja que Max nos deslumbre tras la batería, y el tercer hermano termine por arrollarnos con esas voces de ultratumba. Tras 11 discos la rabia no parece desaparecer, y si tuviésemos que comparar este álbum con alguno otro de su larga carrera quizás encontremos paralelismos con “Apocalyptic Revelation” de 1998. Por momento el doble pedal y la sección rítmica parecen estáticas, pero cada canción tiene un instrumento lo que preside y lidera, dejando en claro que la banda no pretende aburrirse estancada en la misma tónica una y otra vez. En 38 minutos que dura el asalto encontramos suficiente variedad como para mantenernos despiertos toda la noche.
Es un infierno de crueldad y blast beats, que no para ni siquiera en la final “Whildwind Of Immortality” y que deja un sabor a disco clásico en la boca. Al death metal le pueden salir varios sub-géneros e híbridos, pero Krisiun son una banda chapada a la antigua que nos remonta a principios de los 90´s en cada uno de los 8 temas de este “Scourge Of The Enthroned” que sin duda entrará entre sus discos más queridos. La experimentación no les atrae mucho, y con un exquisito artwork y una sólida producción convencen al metalero de toda la vida. A mí me tienen ganado.