Por Nekrokosmos
John Campbell – bajo
Chris Adler – batería
Randy Blythe – voz
Mark Morton – Guitarra
Willie Adler – Guitarra
1. Still Echoes
2. Erase This
3. 512
4. Embers
5. Footprints
6. Overlord
7. Anthropoid
8. Engage the Fear Machine
9. Delusion Pandemic
10. Torches
11. Wine and Piss
12. Nightmare Seeker
La verdad es que el panorama no era muy positivo para los fans de Lamb Of God, ya que tras la entrada en prisión de Randy Blythe en 2012 por los hechos que ya todos conocemos, y su posterior salida en 2013 teniendo que afrontar grandes gastos legales, lo único cierto es que Lamb Of God se tomarían un descanso después de publicar nuevo disco, nueva gira, y un libro que editará el propio Blythe. La pregunta del millón es ¿Afectarían todos estos sucesos en un nuevo álbum de los norteamericanos? La verdad es que poco, aunque se da una oportunidad mas a la experimentación, al spoken word en las canciones, y sin duda alguna todo esto se recibe con los brazos abiertos.
Quizás el cambio mas notorio que encontremos entre el último álbum y esta nueva obra es el contenido lírico, ya que directa o indirectamente las canciones hacen referencias al tiempo que Blythe pasó entre rejas, y el tiempo en el cual la banda no pudo ejercer sus actividades con normalidad (el single “512” es claro ejemplo de ello), pero por el resto podremos encontrarnos casi a la misma banda de groove metal que nos lleva cautivando desde hace años. Las pistas de batería de Chris Adler siguen siendo un regalo técnico y disfrutable, y las lineas de bajo de John Campbell siguen sin escucharse mucho tras su eterno seguimiento a los riffs (excepto en “Embers”, donde si podemos ver a un Campbell activo dando el toque final a la canción). Otra de las sorpresas que se tenían guardadas son las partes de guitarra limpia de Mark Morton y Willie Adler, que entre muro y muro de distorsión le dan el toque distintivo entre la fórmula que tanto éxito le ha dado en años anteriores, y es de agradecer.
Y es que cambios en las guitarras, que en ciertos casos se presentan mas atmosféricas y oscuras (como “Overlord”, que fácilmente podría pasar por una canción de Alice In Chains) en arpegios que a priori son lo mas interesante de Lamb Of God en 2015, hacen que “VII: Sturm Und Drang” salga algo de esa marca registrada de canciones duras que tanto amamos. Las voces invitadas en el álbum también le dan un plus, haciendo que partes mas monótonas brillen con otro color. La experiencia es la de que Blythe exorcisa sus demonios a través de las tres primeras canciones de éste álbum, demostrando lo que ya todos sabíamos: Lamb Of God es una banda que demuestra su poderío a través de la fuerza y la resistencia.
Quizás solo si el apartado final de canciones no siguiese una línea tan segura en lo que “a los fans de Lamb Of God les gustaría”, y si la banda se hubiese atrevido a experimentar algo mas como en la primera parte del álbum, hablaríamos de una revolución (para bien) de lo ya está visto y comprobado que funciona. Canciones como “Anthropoid” suenan quizás a descartes de “Wrath” pero con un sonido mucho mas pulido, y que sin el gancho de lo crudo pierde mas en impacto. Las estructuras en las últimas tres canciones son similares a muchas otras que ya hemos escuchado antes de Blythe y los suyos, y eso no es precisamente malo al tener un sonido tan feroz, pero ya no impacta como antaño. Tampoco se le puede pedir mucho mas en vista a los acontecimientos recientes en el seno del grupo, y si ésta fuese la carta de despedida de la banda en un tiempo, han dejado el listón alto. “Sturm und Drang” es un álbum que merece ser oído y disfrutado.