Por Nekrokosmos
Erinç Sakarya – Voz, guitarra
Hanno Klänhardt – Batería
01. Egoisto
02. Hang ‘Em Low (So The Rats Can Get ‘Em)
03. Grim Reaping
04. Orbital Pus
05. Piss Ritual
06. Of Frost and Decay
07. Walking Corpse
08. New Age Pagan
09. Horder
10. Odysseus
Lo del dúo alemán siempre ha sido una mezcla de black metal y rock n’roll en un acercamiento lo más primitivo y minimalista posible.
Con ello han conseguido mucho más que varias bandas con el doble de integrantes, y es que Mantar siempre han sido esa banda inclasificable que abre las puertas del infierno para una fiesta hasta el amanecer. Siguen construyendo ese status en este nuevo ‘Pain Is Forever And This Is The End’.
Las canciones de este álbum van directas a la yugular, están llenas de groove y de violencia. Tras un ‘The Modern Art Of Setting Ablaze’ de 2018 algo más sofisticado y ambicioso, volvieron a sus raíces con el disco de versiones ‘Grungetown Hoolings II’ de 2020 que los ha llevado a volver a tener ese sonido más directo y visceral. Erinç Sakarya a la voz y guitarra escupe todo su negro interior, mientras Hanno Klänhardt le proporciona la percusión justa para seguir avanzando en la batalla. Este nuevo lanzamiento tiene un acercamiento casi más punk y hardcore, como los primeros discos de Kvelertak, pero manteniendo ese halo de misterio que la banda siempre ha tenido.
Ese elemento rockero sobresale en los riffs y las estructuras de las canciones, dejando algo por debajo el factor black metal pero sin dejar de asustar en la medida justa. Lo que queremos decir es que estos son unos Mantar mucho más accesibles, mucho más disfrutables por la gran masa, pero sin vender sus almas. En este disco son mucho más ruidosos, mucho más intensos, con unas ideas más definidas sin perder nada de potencia ni de ese carácter podrido que los convirtió en nuestros maniacos favoritos.
‘Pain Is Forever And This Is The End’ son 40 minutos de rock abrasivo con una actitud depravada, con canciones muy pegadizas que ya querrían para si muchas bandas escandinavas pero que no han conseguido hacer sonar tan bien como en estas 10 canciones. Nada de relleno, solo una devoción por hacer que el banquete sangriento no acabe nunca.