Por Nekrokosmos
1. Elven Sword
2. Labyrinthian
3. Wretched Abyss
4. Evenaar
5. Winterhold
6. Deathbell Harvest
7. Unrelenting Force
8. Become Ethereal
Si eres de los que prestan atención a los detalles te habrás dado cuenta que en esta santa casa llevamos tiempo manifestando nuestro amor por este proyecto llamado Noctule. Ya el año pasado incluimos el disco “When I Die, Will I Get Better?” de Svalbard en nuestra lista de mejores discos del año, y después de presenciar la salvajada de este “Wretched Abyss” vamos por el mismo camino con el debut de Noctule.
Para entender este trabajo tienes que saber dos cosas:
1 – Hace una década Serena Cherry, ahora líder de Svalbard a la guitarra y voz, formaba parte de una banda de black metal. Realizar este tipo de proyecto es solo volver a sus raíces.
2- The Elder Scrolls V: Skyrim es un mítico juego de fantasía inspirado en la mitología nórdica, y en él se basa este disco debut.
A lo largo de estas 6 canciones y sus pasajes podemos escuchar la transformación del cuerpo de Serena de una simple mortal a un dragón cuyo destino es destruir todo a su paso. En voces podemos escuchar a la vieja escuela del black metal, que se funde con la intensidad de lo atmosférico y sin perder lo exquisito de la melodía. Es como si se produjese un matrimonio perfecto entre Windir y Saor. Escuchar temas como “Evenaar” o “Winterhold” te trasporta a unas montañas nevadas que encierran una fortaleza antigua, donde los llantos se convierte en eco, y luego en canción.
Esas líneas melódicas, ya no solo en la voz sino también en las guitarras, envuelven toda la esencia del disco. Libran una batalla épica entre las líneas de sintetizadores y el apabullante golpe de las baterías, que como resultado no solo logra alterar tu ritmo cardiaco sino que también te deja con un aliviante sentimiento de melancolía. No dejan de ser canciones agresivas, pero están elaboradas con los detalles justos para ser lo suficientemente dinámicas y conseguir el su propósito: ser elegantes y no aburrir. Se nota la sofisticación de alguien que no hace esto por primera vez, y que se ha empapado de los discos de los grandes para rendir tributo a los dioses.
La producción llana y simple resulta efectiva porque en ningún momento intenta poner la voz por encima de la instrumentación, como suelen hacer en este tipo de proyectos. El bajo asoma lo justo sobre esas guitarras embriagadoras, y el snare tiene su punto exacto para no distraernos de la historia que nos están contando. Todo se escucha de una manera cristalina que hace que dentro del caos que podría suponer podamos encontrar cierta armonía. Unir black metal y Skyrim nunca ha sonado mejor, y es algo que estos 10 años frente al post-hardcore de Svalbard le han ayudado a perfeccionar.
No abusa del tremolo y coge prestado tanto del shoegaze como de la segunda ola del black metal melódico de mitad de los 90’s los elementos necesarios para conseguir la euforia necesaria. Es el talento que emana de la artista, que en esta ocasión es la única integrante de la banda en composición, que hace que “Wretched Abyss” sea un disco lleno de personalidad del que ya pedimos una continuación.
https://www.youtube.com/watch?v=AbsxfFZ6MSE