[review] Powerworld – Cybersteria

Por Otsuka

1. Children Of The Universe
2. Slave To The Powerworld
3. Back On Me
4. World Knows Your Secrets – Virtuality
5. You Gotta Hold On
6. Am I Digital?
7. Coast Of Tears
8. Black Ash
9. Like A Shadow
10. Cybersteria
11. You Will Find A Way
12. Not Bound To The Evil

Michael Bormann – Voz
Ilker Ersin – Bajo y coros
Andreas Rippelmeier – Guitarras
Marco Grasshoff – Teclados
Guido Gallus – Batería

Con Cybersteria los alemanes POWERWORLD han enriquecido su propuesta gracias, especialmente, a la incorporación de Michael Bormann, uno de los mejores cantantes del hard rock. De hecho, Bormann es tan grande que durante un tiempo parecía en condiciones de competir con Matts Leven por liderar la renovación del rock y del metal de finales de los noventa. Para definir el sonido básico de Powerworld se podría sugerir una mezcla entre Victory, Pretty Maids y Jaded Heart, con alguna gotita de Bonfire y de Evergrey para darle vida al cóctel. Pero si comparamos Cybersteria con su anterior disco, Human Parasite (2010), nos encontramos con algunas novedades que merece la pena destacar, porque nos permiten contextualizar el presente de la banda y discutir las opciones que podrían contribuir a encauzar su futuro.

En primer lugar, habría que destacar el aspecto lírico del disco, que si bien no es una cuestión musical, hay que agradecer a los grupos que la cuidan. El título me hacía temer algo lleno de sonidos de máquinas y samples de teclados para dar la impresión de distopía futurista, pero POWERWORLD han sido muy elegantes. En Cybersteria se plantea si ya vivimos en un reino que nos controla y monitoriza, una especie de dictadura digital que tiene en Facebook o Skype instrumentos que nos privan de libertad. El desarrollo del disco plantea que desconectarse de las redes sociales sería el camino para escapar de la pesadilla orwelliana en la que no somos conscientes de encontrarnos. Obviamente, la premisa nos sitúa en algún lugar entre 1984 y Matrix. No se puede decir que haya ningún giro demasiado original en plan Operation Mindcrime, pero las letras son agradables y están bien cuidadas.

Lo segundo, el fichaje de Michael Bormann expande las capacidades interpretativas de POWERWORLD. Bormann reemplaza al tristemente finado Andrew Dermott, que había cantado en Human Parasite proveniente de los progresivos Threshold. Michael Bormann tiene mucho más registro que Dermott –que en ocasiones parecía una versión menor de Michael Sweet, sin su agudo- y aporta una textura más sólida a la banda, especialmente en los coros, que son marca de la casa. Los fans de los verdaderos Jaded Heart –nada que ver con esa mala imitación contemporánea- recordarán los gloriosos coros de The Journey Will Never End. Justo es decir, eso sí, que esta no es la mejor versión de Bormann.

Lejos quedan los tiempos de Jaded Heart, incluso de Bloodbound. Aquí Michael Bormann me parece que tiene más que ver con su interpretación relativamente apagada del Runaway of the Gods, de Zeno. Aún así, es uno de los mejores cantantes del hard rock y su concurso hace subir muchos, muchísimos enteros a POWERWORLD.
La tercera novedad en POWERWORLD tiene que ver con los años setenta. Aunque la voz de Bormann tiende lazos indisolubles con los ochenta en la composición se pueden observar trazas de Rainbow o de Deep Purple, incluso de Whitesnake. No es que haya alguna canción en onda retro, más bien es la sensación de pesadez generalizada reforzada por unos teclados que se concentran más en crear líneas melódicas que en proporcionar un colchón para las guitarras. Sin llegar a la influencia casi mítica de los maestros del Hammond, hay que destacar la preeminencia del teclista de POWERWORLD, Marco Grasshoff, que añade bastante textura al sonido de la banda y que a veces me recuerda un poco a los teclados de Pretty Maids.

Creo que POWERWORLD han logrado armar algo coherente con todas estas influencias pero la composición ha fallado estrepitosamente. Hay buenas ideas, curiosamente en los últimos temas del disco, pero los estribillos sin vida y las progresiones melódicas interrumpidas de repente son la norma. La mayor parte de las canciones son intrascendentes, típicas, llevan la palabra “desganada” tatuada en la frente. De hecho, Michael Bormann convierte canciones muertas en algo decente a base de puro talento, aunque abusa de las voces dobladas hasta lo agotador. Las canciones más inspiradas son tres de las cuatro últimas, y esto nunca es buena señal. Eso sí, por mí que no quede reflejarlo: son tres temazos. “Like a Shadow” es un corte 100% ochentero en el que parece que estamos oyendo el IV o el Inside Out, puro Jaded Heart.

También me recuerda al aire general de alguna canción del Bump Ahead. “You Will Find a Way” es casi power metal, en la onda de unos Sturm and Drang. “Not Bound To The Evil” me hace pensar en Bloodbound, incluso en algún momento de los At Vance de Matts Levin. Por lo demás, quizá destacaría “Coast of Tears”, hermosa balada de nuevo muy a lo Jaded Heart, o “World Knows your Secret” que alterna un estribillo muy ochentero con pasajes que me recuerdan a Whitesnake.

En todo caso, el disco no logra remontar la pobreza de su composición. Me parece muy significativo que las mejores canciones –Like a Shadow, You Will Find a Way y Not Bound To The Evil- se aparten radicalmente del esquema general que he explicado anteriormente. Las tres, de un modo u otro, rompen amarras con el hard rock y recorren variantes melódicas del power metal. Además, Michael Bormann se ha comido literalmente cualquier propuesta original de la banda. No le han dado apenas material con el que trabajar y ha convertido POWERWORLD en una especie de Jaded Heart muy apagados. No se puede culpar a Bormann, que ha conseguido salvar algunos temas bastante flojos gracias a su gusto para los coros y su potencia.

En balance, creo que POWERWORLD se está equivocando de camino. En la recta final de Cybersteria maquillan un disco mediocre y alcanzan el aprobado pero lo consiguen gracias al power metal melódico. Por la vía del hard rock o del metal melódico a la alemana no están consiguiendo nada muy reseñable. Creo que merece la pena hacerse con Cybersteria por el buen trabajo de Bormann y porque POWERWORLD lo tiene todo para ser una banda muy interesante. Espero que opten por un desarrollo que tenga más que ver con el hard/heavy a lo Pretty Maids, enfocados a ritmos acelerados y melódicos.

Si logran varios temas como “You Will a Find a Way” habrá que seguirles atentamente. Si no, me temo que seguirán instalados en la segunda o la tercera fila del rock, y sería una pena.