[review] Red Fang – Arrows, el cambio fangoso al stoner metal

Por Nekrokosmos

Bryan Giles – Guitarra, voz
Aaron Beam – Bajo, voz
David Sullivan – Guitarra
John Sherman – Batería

01. Take It Back 02:00
02. Unreal Estate 05:09
03. Arrows 03:53
04. My Disaster 01:56
05. Two High 03:54
06. Anodyne 03:35
07. Interop-Mod 01:02
08. Fonzi Scheme 04:13
09. Days Collide 05:44
10. Rabbits in Hives 01:36
11. Why 03:08
12. Dr. Owl 03:33
13. Funeral Coach 03:25

Una vez que superas ese sonido en la mezcla que hace que lo nuevo de Red Fang suene cuanto menos raro, entenderás que este “Arrows” es una continuación natural de su segundo trabajo “Murder The Mountains”. Muchos son los comentarios que los comparan con los Melvins de toda la vida, y no solo por el sonido final de las canciones sino también por la experimentación que tienen estos 13 cortes.

Una cosa sí que queda demostrada con “Arrows”, y es que esto del stoner rock no es solo una moda de clones genéricos con distorsión de guitarra. Si bien en “Only Ghosts” presentaban un disco correcto y con un sonido en línea con el rock de corte más radiable, en “Arrows” apelan a ese sonido rasposo cercano al doom y al sludge con el que se presentaron al mundo por primera vez. Los 13 temas de este disco se pasan volando en tan solo 45 minutos, y nos muestran el mismo espíritu y ambición de sus inicios. También cuentan con muchos ganchos melódicos, algo que pedían sus canciones para ser tan memorables como los míticos singles de “Prehistoric Dog” o “Blood Like Cream”.

Sin perder su encanto, Red Fang se meten como nunca en terreno pantanoso y aunque tienen singles redondos como “Anodyne”, todo el aura del álbum es oscuro, lento y sombrío, casi como un ataque directo a la popularización del stoner rock feliz y atontado. Canciones como “Unreal Estate” son un viaje a una noche cerrada, y el ambiente que se respira en temas como “Days Collide” lo pone a uno hasta incómodo. Queda claro que no va a ser un disco para todos, mucho menos a aquellos que se apuntaron al carro de Red Fang solo para canciones fiesteras, pero al menos le quita el estigma a la banda de tener un sonido repetitivo.

Hay que entender que cosas como algunas partes de batería fueron grabadas desde el fondo de una piscina vacía para conseguir ese sonido, algo que sin duda se pierde completamente si no lo estás escuchando en el formato adecuado (por ejemplo desde YouTube). Todo está conectado no solo por la producción, sino por el calor que emiten canciones como “Rabbits In Hives” e “Interop-Mod”. Antes hablábamos de experimentación, y para darse cuenta de a cuanto se han atrevido solo hace falta escuchar la cantidad e giros instrumentales en canciones como “Fonzi Scheme”, o el aspecto tan sentimental de temas como “Why” que a priori parecen desentonar de la vibra que suele trasmitir la banda.

Más que stoner rock, en “Arrows” practican un stoner metal que si se disecciona de la manera correcta se entenderá como una obra auténtica de genialidad compositiva, aunque mucho me temo que caerá en la terrible categoría de “disco de culto” por no satisfacer las necesidades primarias del fan promedio de una etiqueta que se ha modernizado hasta arruinarse. Después de todo sigue siendo un disco divertido si pillas las bromas.