Por Nekrokosmos
Chris Adam Hedman Sörbye – Voz
Scream Benjamin Jennebo – Guitarra
Per Bergquist – Guitarra
Isak Snow – Batería
Viktor Vidlund – Bajo
1. Stronger.
2. My Cocaine (feat. Elize Ryd).
3. Disaster Highway.
4. Checkmate.
5. Don´t Wake Me Up.
6. Another Day On The Battlefield.
7. Reaching Out.
8. Color Of Your Eyes.
9. Bullets.
10. Burn.
11. Rock N Roll (The Apocalypse Tribute)
El pecado principal de Smash Into Pieces es de tirar tanto de influencias y no tener un sonido propio, y aunque solo se trate de su segundo álbum tanto esfuerzo por conectar con la audiencia hace que todo suene algo artificial. Es esa “marca de la casa”, es esa diferenciación, o quizás el hecho de intentar llegar a las masas es lo que les impide ver el camino correcto.
Es gracioso el hecho de que una banda sueca se esfuerce tanto por sonar a americana, pero éste es el caso de Smash Into Pieces. No es que sea nada malo, cada uno puede hacer con su talento (y éstos chicos lo tienen) lo que quieran, pero sin duda durante su juventud han escuchado mucho de lo que ponen las radios norteamericanas de rock las 24 horas.
Éste “The Apocalypse DJ” es su segundo álbum, y los posiciona justo donde lo dejaron con su primer “Unbreakable”: canciones pegadizas que circulan en la frontera entre el rock y el metal mas básico, con muchos ganchos melódicos y mucho arreglo de producción. Se nota que detrás de todo ello tienen un gran equipo de composición, y no hay pegas que valgan para que no estén sonando en todas las radios de rock de Suecia o EEUU.
“The Apocalypse DJ” es un trabajo mas pulido que su predecesor, mas rockanrolero si cabe, y con bastante energía. El single “My Cocaine” cuenta con la colaboración de la vocalista de Amaranthe (Elize Ryd), y es que las canciones de Smash Into Pieces bien pueden agradar a los seguidores de Amaranthe y vice-versa, asi que la colaboración queda poco mas que perfecta en un disco donde ambos comparten similitudes técnicas de de producción y masterización.
El pecado principal de Smash Into Pieces es de tirar tanto de influencias y no tener un sonido propio, y aunque solo se trate de su segundo álbum tanto esfuerzo por conectar con la audiencia hace que todo suene algo artificial. Es esa “marca de la casa”, es esa diferenciación, o quizás el hecho de intentar llegar a las masas es lo que les impide ver el camino correcto.