Por Daniel Martinez
Josh Middleton – Guitarra, voz
Alex Bailey – Guitarra
Conor Marshall – Bajo
Ali Richardson – Batería
Empty Prophets
I Sever
Cycle Of Suffering
Shield
Calcified
Invidia
Idle Hands
Apex Of Disdain
Arms Like A Noose
Devils In Their Eyes
Disintegrate
Abandon
Quitando a los 4 grandes del género que en cierta manera siguen manteniendo la llama viva, el thrash metal hace bastante tiempo que llegó a su cenit. Su pico de popularidad nos dio grandes alegrías, pero a día de hoy son pocas las bandas que intentan aferrarse a esas raíces sin hacer mezclas demasiado raras. Podemos citar a Trivium, Revocation, y también a Sylosis.
En un mundo donde lo que impera es llevarlo todo a lo más “moderno” y artificial posible (algo que muchas veces no se puede reproducir en el directo), Sylosis nos devuelven a un momento más simple, en cierta manera rudimentario, y casi con un factor nostálgico. No sabemos muy bien por qué desaparecieron tras ese “Dormant Heart” de 2015 que tan buenas críticas arrancó, se han mantenido muchos años en silencio absoluto y la estacada final fue la marcha de su líder Josh Middleton a la banda de metalcore Architects. Es por eso que este “Cycle Suffering” sabe tan bien, porque no solo arranca una sonrisa a quienes no dejamos de seguirlos sino que también atrae a nuevos fans por el camino.
Es cierto que este disco es bastante largo con sus casi 60 minutos, pero poco de relleno verás entre tanta precisión y densidad que entregan estas canciones. Las comparaciones son odiosas, pero a diferencia de Architects aquí no verás introducciones pretenciosas ni interludios, Sylosis se ponen manos a la obra desde el primer minuto…si eso podríamos hablar de ese toque semi-folk en “I Sever” antes de que empiece el festín thrash.
También hay novedades, porque aunque la inclusión de teclados es sutil sí que se deja notar más aún en un género no tan habitual a su uso. En la propia canción “Cycle Of Suffering” han utilizado una sección de cuerda con un movimiento lento que añade mucho peso, así como los arreglos melódicos que son mucho más notorios que en otros lanzamientos de Sylosis. Y es que este disco de Sylosis es tan grande por los pequeños detalles, los pequeños trucos que van dejando aquí y allí para que el fan con el oído entrenado vaya pillando tras varias escuchas.
Hay tiempo para un piano en “Invidia” que le da un toque doom al asunto, pasando por la disonancia de “Apex Of Disdain” y arrastrando a todo el álbum a un terreno mucho más progresivo. No son cosas nuevas, pero por ejemplo el toque acústico del principio de “Arms Like A Noose” dan un aire fresco a Sylosis, así como la afinación de las guitarras de “Disintegrate” que dotan a la canción de una brutalidad especialmente oscura. ¿Suena a que han metido varias novedades en solo 60 minutos? Todavía falta llegar a “Abandon”, una especie de balada en la que podemos escuchar voces limpias por primera vez en Sylosis.
Josh Middleton sigue siendo Sylosis y su mano se nota en todos los arreglos, en todas las nuevas ideas. El otro guitarrista, Alex Bailey, ofrece un contrapeso ideal para los riffs del creador principal, y Ali Richardson se puede situar fácilmente entre los mejores bateristas de la escena inglesa. El nuevo bajista Conor Marshall quizás es el que menos destaque en este álbum y el que más perfil bajo mantiene, quizás necesite más tiempo para soltarse y tener más peso en las composiciones, y salir de una zona segura.
Espero que los puristas de thrash no se enojen conmigo cuando digo que algo como “Cycle Of Suffering” es que lo que necesita la escena de tanto en tanto, un trabajo con las influencias de la vieja escuela pero que no rechaza las sensibilidades melódicas ni una producción moderna que bien puede sacar petróleo con una estructura enfocada. Gran regreso en forma, que no pasen tantos años.