[Review] The Winery Dogs – The Winery Dogs

Por Mariano Bacigaluppi

01 – Elevate
02 – Desire
03 – We Are One
04 – I’m No Angel
05 – The Other Side
06 – You Saved Me
07 – Not Hopeless
08 – One More Time
09 – Damaged
10 – Six Feet Deeper
11 – Criminal
12 – The Dying
13 – Regret

…Cuando los santos vienen marchando, yo quiero estar en ese número… Así rezaba la canción popularizada por Louis Armstrong y es lo primero que pensé cuando supe de la formación de este súper-grupo. Hace no mucho leí una entrevista a Mike Portnoy, uno de los artífices de esta banda, que desde su salida de Dream Theater se iba a dedicar a plantar semillas de aquí para allá y así lo hizo con los interesantísimos FLYING COLOURS, también con ADRENALINE MOB (banda que por cierto abandonó hace pocas semanas), como si fuera poco además se espera un nuevo disco de TRANSATLANTIC y ahora llega el turno de estos THE WINERY DOGS.

Richie Kotzen fue el elegido para la voz y las seis cuerdas, su ex-compañero en Mr.Big Billy Sheehan al bajo y el infatigable Portnoy tras los parches. ¿Resultado? El trío de ases perfecto…
Seguro que la pregunta que muchos se harán es qué podremos encontrar en este CD… Y os puedo decir que las raíces son netamente setenteras con muchísimo de LED ZEPPELIN, otro tanto de JIMI HENDRIX y un guiño bastante profundo al Funk de los setenta de GRANDFUNK RAILROAD. Pero ahí no se queda todo, por momentos suenan a unos jóvenes Zeppelin que nos recordarán a THE BLACK CROWES en demasía, y gracias a los registros vocales de Mr. Kotzen SOUNDGARDEN se hará más que presente.

Elevate es algo así como jugar un partido de fútbol y meter un gol en los primeros diez segundos. Auténtico y crudo Rock a toda pastilla con un barrido de mástil guitarra/bajo que nos deja patidifusos a los pocos instantes. El estribillo suena fresco, atrapante, de esos que no se te van de la cabeza durante días y días…. El ecuador de la canción es una muestra continua de virtuosismo instrumental ilimitado y que será una sana costumbre a lo largo y a lo ancho del CD. Desire comienza con un riff que corta el aire como un cuchillo y un aroma netamente funky se nos colará por todos nuestros sentidos. Otro estribillo magistral lleno de clase y me dispongo a juntar firmas para que cuando busquemos en el diccionario la palabra feeling se muestre una foto de la banda…

We Are One tiene fraseos en su comienzo que me recuerdan un poco a la oscuridad de ALICE IN CHAINS, pero el negro deja paso al azul y vuelve el rock de los setenta lleno de crudeza y buen gusto. Puente absolutamente inconmensurable y otra demostración abundante de habilidad extrema en sus respectivos instrumentos. Con I’m No Angel tendremos un poco de Blues, de ese bluseo que puede volver loco a cualquiera y sí además lo juntamos con un nuevo estribillo indescriptiblemente bueno.. ¡Chapó! Lo han hecho otra vez…

Cuatro temas y todo sigue siendo igual de perfecto que en el primer segundo… ¡MAGIA!
The Other Side llega pidiendo pista como un bólido en una de esas infinitas carreteras norteamericanas. El trabajo de Billy Sheehan en esta canción no solo supera los límites de la razón sino lo propios límites de la clase y el buen gusto y claro, Richie Kotzen con su solo no podía quedarse atrás. You Saved Me con un extremado y puntilloso toque melancólico, herencia directa del mejor rock blusero, es una de mis favoritas de todo el CD y que tendrá al bajo como esencial brújula. Con Not Hopeless el rock esquizofrénico retornará y será un nuevo viaje a la década prodigiosa, fragancia setentera con pasajes ciertamente turbados instrumentalmente hablando.

One More Time recordará a los Zeppelin más juguetones y divertidos y que cuenta con uno de los mejores trabajos vocales de Kotzen en todo el disco. El Blues nuestro de cada día… Damaged es un medio tiempo bastante emocional, sensible donde el feeling, más que nada proveniente de la guitarra y la voz, será el actor principal.

La calma que antecede a la tormenta… y Six Feet Under es un tsunami sónico y clamoroso, mitad rotundo y mitad vibrante, y con un estribillo para enmarcar y llevar a las escuelas de música y decir –Así debe de hacerse… Los breaks de Mike Portnoy son sencillamente deslumbrantes, llenos de magia, virtuosismo y calidad. Y el solo de guitarra… ¡BINGO! Es la canción perfecta….

Con Criminal vuelven un poco los encantadores setenta y es una nueva firme muestra de energía y convicción del trio norteamericano. El puente que suena sobre el ecuador de la canción es espléndido… Nuevo solo perfecto desde las seis cuerdas… The Dying es el tema más largo del disco, sobrepasando los seis minutos, y se podría otorgársele el título de la impecable y perfecta balada. Eso sí, parece que la falta de velocidad la tuvieron que suplir con virtuosismo instrumental porque encontraremos en ella muchos de los mejores pasajes musicales de todo el CD.

Regret es la inmejorable conclusión, el mejor de los ocasos que la banda nos podía regalar. Un medio tiempo casi baladístico con un piano como intérprete primordial y el buen gusto y la calidad que reina en los doscientos ochenta y nueve segundos que dura la canción.

Disco imprescindible para los rockeros, los viejos y los nuevos, pero sobre todo disco indispensable para todos aquellos que creemos que la música es una de las partes más importantes de nuestra vida. En pocas semanas la banda estará de gira por España, por favor no cometas el sacrilegio de faltar a esa cita…