Por Alejandro B.
Mike Patton – Voz
Duane Denison – Guitara
John Stainer – Batería
Trevor Dunn – Bajo
1. SHHH!
2. Valentine Shine
3. Predators and Scavengers
4. Doomsday Fatigue
5. Business Casual
6. Tattoo Zero
7. Fatback
8. Howlie
9. Eureka
10. Sidewinder
11. Recoil
12. Dog Eat Dog
La mayoría de personas que pensábamos que Tomahawk eran totalmente revolucionarios hace 15 años o más estamos ahora cerca de los 40, y los trucos que encontraremos en este “Tonic Immobility” nos resultarán muy conocidos. Se puede innovar hasta cierto punto, y después lo que queda es seguir demostrando que mantienes el nivel, que es prácticamente lo que hacen Tomahawk en este nuevo trabajo.
La buena noticia es que musicalmente la banda se centra más en su dos primeros trabajos que en los dos últimos, y ese noise-rock alternativo nos traslada directamente a principios de milenio. Muchos dirán que este regreso de Tomahawk 7 años después es una oportunidad perdida, pero hay que entender que incluso dentro de la música experimental llega un momento de madurez donde ya solo se quiere seguir perfeccionando sobre el camino hecho. Estas canciones llevaban ya compuestas unos 4 años, esperando que Patton terminase con todos sus proyectos pendientes para grabar las voces, y eso quizás también se haya visto resentido en el resultado final.
Que nadie se agobie aquí, porque “Tonic Immobility” sigue siendo un disco bastante resultón y divertido, simplemente que nos pilla con una banda mucho más relajada que antes. Duane Denison quizás entregue en guitarras su trabajo menos innovador pero sigue demostrando ese talento que lo llevó a la cumbre con The Jesus Lizard, John Stainer nos recuerda más a Helmet aquí que a Battles, y Trevor Dunn sigue cabalgando al lado de su amigo Mike Patton para que juntos no hayan renovado su repertorio en la última década pero sigan arrancando una sonrisa.
Y a pesar de todo estamos delante de una alineación de estrellas que siguen manteniendo la chispa, con una sección rítmica que quita el hipo. Canciones como “Tattoo Zero” o “Recoil” poco nos podrán sorprender, pero van quemando lentamente hasta encender la hoguera de una banda que puede que ataque a la nostalgia pero que merece un respeto por todo lo que ha dado en el pasado.
Es curioso que en los momentos más lentos y amplios es cuando el poder de Tomahawk se siente más directo, que en canciones más agresivas como “Predators And Scavengers”. Hay cosas que a Patton le funcionan muy bien en Mr. Bungle, como esas voces más extremas y alocadas, pero en Tomahawk pueden resultar por momentos fuera de lugar aunque se entienda su teatralidad. Lo importante es que mantienen su personalidad y saben el equilibrio exacto para que las canciones sigan siendo pegadizas sin dejar de ser “extrañas”.
El material de “Tonic Immobility” sigue siendo lo bastante sombrío y dramático como se podría esperar, incluso inspirado y provocativo para quien se acerca a ellos por primera vez, pero para el escucha experimentado el resultado es un aprobado por el intento. Si no le quieres dar muchas vueltas al coco te lo pasas bien, como si nunca se hubiesen ido.