Por Tic Tac
Johannes Andersson – Voz, bajo
Jonathan Hultén – Guitarra
Oscar Leander – Batería
Adam Zaars – Guitarra
1.The Lament
2. Nightbound
3. Lady Death
4. Subterranea
5. Purgatorio
6. Cries from the Underworld
7. Lacrimosa
8. The World
9. Here Be Dragons
10. Come, Become, to Be
Hay cierta hipocresía en el mundo del metal cuando se habla de la innovación del sonido de una banda. Dicha hipocresía tiende a criticar negativamente a bandas que realmente van evolucionando o “progresando” disco tras disco, y alabar a quienes hacen exactamente lo mismo añadiendo un elemento más a la fórmula. No tengo duda alguna de que Tribulation serán muy criticados por este nuevo disco, pero por los motivos correctos.
Hay muchas facciones de los géneros mas tradicionales del metal que se sorprendieron gratamente con ese “The Children Of The Night” de 2015, pero la tendencia de la banda de tirar más hacia Christian Death o The Cure que hacia Diamond Head o el proto heavy de Black Sabbath hará que muchos se echen las manos a la cabeza. El regusto a una mezcla entre occult y progresivo ahora añade un nuevo sabor a la paleta: el death rock / shock rock.
Uno de los puntos mas álgidos del sonido de la banda son los solos de guitarra, casi psicodélicos, de temas como “Nightbound” donde el riff tradicional del metal se mezcla con un dúo de hachas melódicas. “Lady Death” vuelve a mostrar esta faceta de la banda pero con cierto aire avant-garde que llena de elegancia las composiciones que tienen siempre el climax en ese sonido ochentero. No seguir la misma tónica es como una ley para los suecos, y mucho de ello se ve en los sintetizadores ambientales de “Lacrimosa”.
Lo siniestro de esta nueva ofrenda se ve en temas como “The World”, facilmente el single mas fuerte de este nuevo lanzamiento, con sus coros, órganos, y ese cruce casi insultante entre black metal primigenio y pop. Como mínimo el disco es disfrutable, bastante, pero en momentos como “The Lament” o “Here Be Dragons” es donde vemos que los errores de “The Children Of The Night” no han sido del todo superados. Es en esta última parte del álbum donde sentimos que “Down Below” es en cierto modo una manera de reunir un puñado de buenas ideas, pero no excelentes ni mucho menos cohesivas.
Lo que han hecho bien Tribulation es coger los mismos elementos que llevan estos años ejecutándolos, pero probando diferentes perspectivas (aunque sea con los mismos géneros). Han querido expandir el universo creado anteriormente, pero de manera mas cruda y añadiendo momentos mas tétricos como en “Purgatorio” donde los efectos atmosféricos dan mucho resultado.
Un disco lleno de coraje y depresión, donde los cimbales se estrellan con violines, pianos y grandes guitarras que hacen que su melancolia sea eternamente bella. Estas canciones requieren que es escuchen a muy alto volumen, en silencio, con los auriculares puestos y el corazón abierto. Digamos que han pasado de ser el Drácula de Bram Stoker al Nosferatu de Herzog, y las composiciones mas infantiles de su parte extrema ahora ven un avance mas maduro en donde pueden concretar un álbum en 47 min sin sonar a relleno.