[review] Vitriol – To Bathe from the Throat of Cowardice, una lección de death metal técnico

Por Nekrokosmos

Kyle Rasmussen – Guitara y voz
Adam Roethlisberger – Bajo y voz
Mike Ashton – Guitarra
Scott Walker – Batería

The Parting of a Neck
Crowned in Retaliation
Legacy of Contempt
I Drown Nightly
The Rope Calls You Brother
A Gentle Gift
Violence, a Worthy Truth
Victim
Hive Lungs
Pain Will Define Their Death

El death metal técnico puede ser muy interesante cuando no intenta ser una burda demostración de técnica. Lo parezca o no es uno de los subgéneros que más adeptos está ganando dentro de la rama extrema “no melódica”, pero hay un lugar especial reservado para el tipo de death metal técnico más oscuro y disonante. En esa categoría cae el debut de estos chavales de Portland.

Se nota que Vitriol han mamado bastante de Nile y Krisiun, pero sin llegar a ser una mera “continuación” del trabajo de estas leyendas. Lo decimos porque no utilizan lo “técnico” como la finalidad de su música, sino más bien como una herramienta para darle intensidad a lo que practican. Ya lo dejan claro con la primera “The Parting Of A Neck” donde no hay ni intro ni tiempo para respirar, porque la intensidad aquí es sofocante (en el buen sentido de la palabra).

Entrar a cuchillo sería una buena definición de lo que es su música, una agresión furiosa que va a toda velocidad (la velocidad es un factor importante en este disco) en un duelo de voces entre Kyle Rasmussen y Adam Roethlisberger que termina por crear una atmósfera de violencia y que cumple su mayor propósito: no aburrir. Hay una belleza no abusiva en las guitarras de Mike Ashton que puede que se confunda con el caos pero que incluso da ciertos ganchos que se convierten en la seña de identidad de cada canción. Es un amor maniaco y delirante no correspondido que navega entre los impulsos más salvajes del ser humano, o al menos es lo que nos desvelan las letras de estas 10 dolorosas canciones.

Como ya lo hicieron en 2017 con ese EP “Pain Will Define Their Death” de solo 12 minutos, ahora vuelven a demostrar que no quieren esconderse en una producción cavernosa y quieren que cada segundo de nota interpretada sea claramente identificable en piezas de extrema complejidad. Son esos growls, la batería sobrenatural de Scott Walker que nos hace dudar si realmente puede tener tal función motora en los brazos, y las líneas de bajo de Adam Roethlisberger que sorpresivamente no se pierden en la mezcla final.

Suele pasar en los lanzamientos de death metal técnico que quitando lo técnico puede parecer un material bastante lineal, pero eso no pasa en este “To Bathe from the Throat of Cowardice” y mucho de ello tiene que ver con los solos de guitarra de Rasmussen y esos chillidos de loco que nos hacen tener pesadillas con el poder de su garganta. Si hablamos de death metal en la era moderna podemos decir sin temor a equivocarnos que Vitriol han parido un disco debut que sobrevivirá a la prueba del tiempo. Un grupo de chavales muy talentosos que casi por accidente acaban de crear el disco de death metal complejo más disfrutable en lo que llevamos de año.