Por José A. Luna
Daniel Estrin – Voz, teclado
Simone Dow – Guitarra
Scott Kay – Guitarra
Ashley Doodkorte – Batería
Alex Canion – Bajo
01. The Best Intentions
02. Prince Of Fire
03. Ultraviolet
04. Dreamer
05. The Lamenting
06. Submarine
07. Promise
08. Twisted
09. Daydream
10. Listen
11. Gren (Fearless In Love)
Por si andas algo perdido en cuanto a lo más excitante del rock progresivo australiano de los últimos años, al menos el nombre de Voyager te sonará de la última edición de Eurovisión. Representaron a su país y llevan un tiempo enamorando al mundo con su eletro pop progresivo con cierto toque de metal. ‘Fearless In Love’ continúa esa estela de synthpop ochentero y metal progresivo capaz de producir grandes himnos.
Aunque su pico de popularidad se encuentre en la actualidad, Voyager no son nuevos en esto y hablamos ya de su octavo lanzamiento como banda. No pierden en tiempo, y en canciones como “Prince Of Fire” o “Ultraviolet” nos muestran todo su encanto y capacidad para producir temas que a la vez pueden tener voces pegadizas, jugosos patrones de batería, y riffs pesados con mucha melodía. Es el carisma que tienen para esconder detrás de toda esa purpurina y sintetizadores su gran habilidad para componer más allá del hit facilón.
En ‘Fearless In Love’ hay un poco para todos, para quienes prefieren esta atmósfera estática de los hits radiales, y también para quienes prefieren perderse en los arreglos de guitarra y en la complejidad dramática. Todos son excelentes músicos y trabajan para darle a las composiciones lo que necesitan, pero si alguien destaca un poco ese es Ashley Doodkorte a la batería con una clase maestra de como manejar los cimbales, y de como rellenar los huecos de manera perfecta sin dejar de aportar rellenos asesinos. El bajista Alex Canion no se queda atrás con los coros, haciendo que su papel sea cada vez más fundamental para hacer de los temas algo adictivo.
Tranquilos, que todavía hay espacio para que Danny Estrin brille con su keytar en “Promise”, o que el dúo de guitarristas Simone Dow y Scott Kay hagan las delicias de los progheads, para más allá de cada uno distraer con su calidad como músicos, trabajan en que la pirotecnia de Voyager se base en un prog accesible hasta para el menos experimentado en el género. Una aventura a través del espacio, el tiempo, y los riffs, totalmente disfrutable para los no iniciados.