“Suspended at Aphelion”, sin embargo, es bastante genérico.
Expectativas.
Ese es un gran problema con los discos nuevos de bandas conocidas. Siempre tenemos expectativas de lo que debe ser. Eso fue lo que llevo a que “The Endless River” de Pink Floyd haya sido un flop crítico y con los fans (eso y que era aburridísimo). Es lo que hizo que mucha gente se haya separado de Opeth luego de “Heritage”.
Y a pesar de que yo consideraba estar por encima de eso, es eso lo que me separa a mí de “While Heaven Wept”.
Estos maestros del doom tienen ya décadas bajo el cinturón y es con gratos recuerdos que me resuena aun en la cabeza su cover de “Epistle N.81” de Candlemass.
Sonando en aquella época a lo que el doom metal iba a sonar si evolucionaba naturalmente desde aquellos discos de Candlemass en los 80s, While Heaven Wept prometía ser parte de los lideres dentro del genero.
“Suspended at Aphelion”, sin embargo, es bastante genérico.
No es malo y no digo que haya que innovar en cada disco. Las canciones son decentes, la producción es excelente y la ejecución es competente. Es simplemente que el álbum no evoca demasiado a nivel emocional y es algo que dentro del doom metal es requerimiento excluyente.
No puedes hacer un disco de doom metal con sabor a vainilla. Tiene que evocar algo, tiene que agarrarte las tripas. Aunque sea helado sabor a curry.
“Suspended at Aphelion”, lastimosamente, es vainilla: tiene todos los elementos para “gustar” a la mayor cantidad de gente posible (buena producción, canciones decentes, vocales modernas, estructuras modernas), pero es justamente por esa ambición de gustar a muchos, que termina evocando nada, al menos en mí.