[reviews] Azusa – Loop Of Yesterdays, obra suprema difícil de digerir

Por José A. Luna

Eleni Zafiriadou – Voz
Christer Espevoll – Guitarra
Liam Wilson – Bajo
David Husvik – Batería

1. Memories of an Old Emotion
2. One Too Many Times
3. Detach
4. Seven Demons Mary
5. Support Becomes Resistance
6. Monument
7. Loop of Yesterdays
8. Rapture Boy
9. Skull Chamber
10. Kill / Destroy
11. Golden Words
12. Aching Ritual

No puedo negar que cuando a finales de 2018 apareció Azusa mi corazón pegó un vuelco, más aún siendo fan de Extol. Sin duda aquello parecía un supergrupo, y tener a una cantante de pop al mando parecía simplemente perfecto. Con Heavy Yoke dieron la tecla, música extrema y progresiva pero con un toque más experimental…solo quedaba ver si podían dar continuación a aquella locura sin caer en el cliché.

“Loop of Yesterdays” es, al principio, un álbum mucho más complejo. Todos los aspectos de “Heavy Yoke” se han revisado, expandido, ampliado y llevado al extremo en esta segunda versión de la banda. Incluso si el tiempo de ejecución apenas supera la media hora, las doce pistas que comprenden este esfuerzo requieren algo de gimnasia mental para extraer todo su jugo, y por suerte vale la pena el esfuerzo.

“Heavy Yoke” fue algo inmediato, amor a primera vista. Las melodías de Elena se quedaban en tu cabeza durante días, al igual que los brutales riffs de Espevoll y el asombroso ritmo creado por Wilson / Husvik que llegban a lugares tenebrosos. Con “Loop of Yesterdays” la sensación es diferente, y es que ya no estamso en un modo tan directo y fácil. La composición de las canciones han dado un salto significativo hacia adelante, presentando secciones de post-hardcore, doblándolas con progresiones de acordes de jazz y explosiones de thrash metal disonantes. Los gritos de Elena definitivamente han mejorado, aunque mantienen la misma textura peculiarmente arenosa, pero como fue el caso en “Heavy Yoke”, es en los pasajes limpios donde ella brilla y hace que Azusa tengan un toque personal.

Tomemos por ejemplo a “Memories of an Old Emotion” y sus pistas de batería para tener el puente perfecto entre el debut de la banda y este último lanzamiento. La segunda “One Too Many Times” ya muestra la ambición y el enfoque de esta nueva etapa, en donde las acrobacias palm-mute de Espevoll se sincronizan perfectamente con el bajo atómico de Wilson y el excelente trabajo de batería de Husvik, cambiando constantemente los patrones mientras Elena alterna los gritos con armonías cuidadosamente esculpidas. “Detach” está bendecido con probablemente el riff más enfermo de todo el álbum, que culmina con un solo de guitarra de Alex Skolnick de Testament que suena de manera infinita y se niega a marcharse.

Como sugiere el título, el álbum es una espiral en los confines más profundos de un pasillo infinito de reliquias de metal extremo, donde las secuencias de ensueño solo sirven para velar a una banda a toda velocidad a través de una sala de espejos. Es un viaje que se experimenta mejor a través de más de una visita. Cuando creas que has captado su esencia, desaparecerá de tu memoria como arena entre tus manos. Es entonces cuando llamará para arrastrarte de nuevo, una y otra vez.