La verdad que cuando llegan producciones como la que comentaré a continuación tengo una especie de emociones mezcladas. Por un lado me alegra que en España haya gente tan capaz, virtuosa, trabajadora, luchadora y con una amplitud mental enorme musicalmente hablando, pero por otro lado me pregunto ¿Esta gente sabrá que vive en España con todo lo que eso depara? Pareciera que en la península para triunfar o recibir reconocimiento dentro de la música tienes que copiar a músicos con una dilatada experiencia en el exterior, ser un payaso y que te gusten los circos mediáticos o simplemente hacer alarde del macarrismo y la cutrez de las bandas hispanas ochentenas y sumado a todo eso tener vocalistas más lineales que una pared.
Hace no demasiado tiempo hice la review del EP de la banda madrileña KHARMA CODE y con grandísimas expectativas fui directamente hasta la Sala Excalibur para verles en concierto por primera vez (y os aseguro que no será la última). Lo primero que diré es que esas expectativas no sólo se superaron sino que al final de concierto tuve unas emociones mezcladas que desarrollaré un poco más adelante.