The Eyes – Insignis

Por Vic Granell

Kaiowas Records / Background Noise

The Eyes es un grupo barcelonés nacido en 2004. Practican un death melódico muy al estilo sueco que nos recuerda muy mucho a Ath the Gates y, sobretodo, a The Haunted. Se les recordará por su participación en el primer festival Sonisphere de Barcelona, celebrado en julio de 2009 y con Metallica, Slipknot y Machine Head de cabezas de cartel. A muchos y muchas nos sorprendió esta inclusión en el cartel… única banda local, de la que no habíamos oído hablar antes, quizás algo apartada de la escena metalera catalana pero que habían tocado ya años atrás con bandas importantes como Suffocation o Gorefest. Personalmente, tengo que disculparme por haber llegado directamente a la actuación Gojira sin verles, así que no puedo juzgar cómo fue un concierto que vieron miles de personas y que probablemente les ha catapultado a la posición donde se encuentran ahora, girando por el estado español con grupos como Koma y Soziedad Alkoholika.

Aquí tenemos su segundo larga duración, Insignis, editado a través del sello Kaiowas. Producido (por Juanjo Verdú) íntegramente en estudios de Barcelona y Madrid, obteniendo un sonido francamente bueno y una edición impecable. Nos encanta el artwork, aunque quizá confunda ligeramente… A juzgar por la carátula de cartón que cubra la caja del CD, no esperábamos para nada que este disco sonara como suena. El cráneo de cabra peludo sobre unas manos y bajo un pentagrama, todo en tonos dorados sobre negro, nos hizo pensar que las influencias de la banda serían más oscuras y vendrían de un país vecino al oeste de Suecia. En cualquier caso, carátula, label y libreto impecablemente diseñados a dos tonos.

Volviendo al sonido, las guitarras rugen en su punto, aunque en momentos de doble melodía se pierde un poco el hilo de la harmonía. Muy buen sonido de bajo y una batería procesada de forma excelente. Quizá echamos un poco en falta un poco de volumen en la voz, que queda por debajo de las guitarras en la mezcla. Podemos escuchar un gutural grave en ocasiones, si bien los gritos agudos más característicos del género son los que más abundan. A diferencia que grupos como In Flames, las estructuras de los temas están más bien poco definidas, y parece que pocos tengan claros estribillos que se repiten con ánimo de plasmar en la memoria. Los temas son consecuciones de riffs difíciles de retener, pero llenos de buenas ideas y fraseos interesantes. Percibimos una ligera desacompasación entre ambas guitarras, y nos atreveríamos a decir que, en ocasiones, también una cierta desafinación, cosa que desdibuja un poco la efectividad de los motivos. Buenas intros, cortas en general, pero finales en ocasiones algo flojos por su carácter repentino. Analicemos las pistas con algo más de detalle:

Crufied Lie empieza poderoso y rápido, para pasar después a un medio tiempo y un riff interesante que nos recuerda a In Flames y Dark Tranquillity. Una melodia interesante bajo la vez con sensación de final, que hace volver después al riff inicial con una pequeña variación. Grey light introduce una melodía típica del género que va intercalándose con la estrofa, para pasar a un puente mucho más escuro con un cambio radical de harmonía. Nos encanta su estribillo, con un motivo a lo The Haunted que introduce la entrada a la voz. Try to resist comienza con un doble motivo curioso a dos guitarras y sigue con un buen riff elástico que se va transformando en una nueva melodía. Las progresiones hasta entrar de lleno en los temas están en general bien trabajadas en el disco, y se va notando en temas como este. La intro de Soul’s Whisper nos parece de lo más creativa, con una batería entrando en fade in, a la que se añade una guitarra volando entre notas. Una doble melodía guitarra interesante pero con algunos fallos de coordinación y un fraseo posterior de la solista fantástico, a la par que un fragmento más oscuro y pesado hacia el final del tema. Above the real pain empieza con tresillos al bombo y después a las guitarras, seguido de un riff fiel al estilo. buen toque de harmónicos por parte de las guitarras, intercalado entre gritos de voz, así como ritmos monolíticos poderosos, pero con una apertura posterior que le da un toque de luz. Mal detalle terminar con un fade out mientras suena la voz, hace que se pierda la canción en un momento de atención hacia el instrumento protagonista.

Saint Death empieza con un juego a dos guitarras que nos recuerda mucho a In Flames y, a la vez, revela un nuevo desacompasamiento entre ambas. Acordes que se mueven hacia notas agudas del mástil en un movimiento resultón. Una melodía bastante efectiva al acabar, pero con un final quizá demasiado repentino. Leader to Trust nos aporta un nuevo detalle de producción interesante, con una batería entrando progresivamente detrás de una intro melódica. The Sight of Weakness comienza con una frase de guitarra limpia repitiéndose, que va que va mutando hasta convertirse en un tema pesado y lento, que vuelve a un pasaje melódico y termina con un final destructivo genial. The Childs of Lilith tiene una intro thrashera a lo Slayer, y continúa bastante lineal en un tema potentísimo con un final de notas agudas tendidas muy interesante. Endless Night, la última pieza, combina riffs elásticos que van abriendo el tema, hasta un interesante frase con una simple harmonía de un solo acorde y un ritmo de batería descuadrado no escuchado hasta entonces en el disco, que la guitarra acompaña al mismo destiempo. Nuestra debilidad por este tipo de pasajes nos hace desear más como este, pero parece que se trata tan sólo de una excepción relegada al final del disco.

En resumen, un buen disco que en algunos momentos sorprende por estar plenamente producido en la península, que quizá sigue demasiado los cánones suecos del death melódico pero no por ello pierde frescura y originalidad.