Virgin Steele + Sabatan en Madrid (Sala Live!, 22/10/2011)

Texto: Mariano Bacigaluppi
Fotos: Mariano Bacigaluppi
Videos: Youtube.com
Promotor: GMF Concerts

Realmente no se si había otra gira que esperara más que esta. Creo que ya lo dije en varias oportunidades, pero VIRGIN STEELE es una de mis bandas favoritas dentro del Heavy Metal y ya son más de veinte años los que llevo escuchando y re-escuchando sus discos, asombrándome con su excelsas y trabajadas letras, literalmente flipando con sus composiciones cada vez más sinfónicas pero por esas cosas del destino nunca les había podido ver en una gira propia como cabezas de cartel.

Aún recuerdo aquella primera vez tocando como teloneros de Hammerfall cuando comenzaba este siglo y tiempo después, en el 2006 en el granadino Atarfe Vega Rock, donde su batería Frank Gilchriest perdió el vuelo y se quedó varado en New York y pese a todo improvisaron un acústico. Fue mi segundo contacto con la banda pero tenía esta asignatura pendiente de verlos al menos dos horas arriba de un escenario y comprobar porque son uno de los pilares fundamentales de mi historia con el Heavy Metal.

Las puertas se abrieron a las 20.30hs y media hora después los madrileños SABATAN saltaron a escena, banda que acompañó a los americanos por todo este periplo en territorio español. SABATAN es algo así como una banda mítica del underground madrileño por el que han pasado personalidades como Elisa C. Martín (ex-Dark Moor y ex- Dreamaker) e incluso Rafa Diaz (Easy Rider y actualmente en Barón Rojo v2.0). Hacía bastante tiempo que les había perdido la pista, quizás unos ocho o diez años y de aquella época tan sólo quedan dos de sus componentes, el guitarrista Ricardo Ruiz y su batería Eduardo Olmos.

De hecho, dentro de mi discografía tengo el EP de ellos lanzado hace una década y que llevaba por nombre “Metal Louder” donde hacían un poderoso Heavy Metal de un corte más tradicional. De los cuarenta y cinco minutos que la banda dispuso arriba del escenario desplegó todo su poderío con canciones más cercanas al Thrash o al Speed y dejando de lado un poco esa faceta más tradicional.

Principalmente, se centraron en la presentación de su último larga duración hasta la fecha, llamado ‘Fire Angel’, aunque también hubo tiempo para canciones de sus antiguos EPs/Demos, canciones nuevas y hasta una versión. Así es que después de la Intro de rigor, arremetieron con la buenísima Unborn Son proveniente de ese EP llamado ‘Metal Louder’ y seguidamente sin respiro alguno dispararon con Serpent King de su último disco. Lo que primero te llama la atención es la potencia que despliega su batería, Eduardo Olmos (también batería de Elderdawn), siendo una verdadera aplanadora principalmente a la hora de utilizar el doble bombo.

Otra de las cosas que también es digna de mencionar es la voz de Daniel López (también vocalista de los buenísimos RANCOR) aunque, también tengo que decirlo, después de escucharle durante tres cuartos de hora, acabas un poco aburrido por la poca variedad en las tonalidades de sus líneas vocales. Tiene muchísima potencia pero quizás debería de abrir un poco más su abanico tonal a la hora de encarar las canciones y darles más color.

Prosiguieron con Metal Comes Back e inmediatamente viajaron hasta el tercer demo, llamado como la propia banda, para tocar Hunting In The Dark. Lo próximo fue una excelente versión de los thrashers canadienses ANNIHILATOR llamada Phantasmagoria donde su batería nuevamente hizo un despliegue pirotécnico de alto vuelo. Big Lie fue la siguiente en aparecer, que según dijo su vocalista era una canción nueva y que formará parte de su siguiente disco, y ya para finalizar Fire Angel y la excelente Metal Louder. Y en esta última canción fue donde se hizo más patente ese cambio estilístico sufrido, siendo esta última una pieza de auténtico Heavy Metal y el resto de las canciones ejecutadas más cercanas al Thrash.

Para gustos los colores como suele decirse por ahí, pero yo sin dudas me quedo con la encarnación más añeja de la banda, más que nada porque en sus conciertos de hace algunos años pude disfrutarles más y no me parecieron las canciones tan parecidas unas a otras. En líneas generales dieron un buen concierto y sin lugar a dudas después de tantos años de lucha en el under madrileño es bueno que su nombre comience a ser más masivo.

Si el saber popular menciona que la hora de las brujas comienza a la medianoche, sin lugar a dudas la hora de la calidad y de la bombástica demostración musical comenzó a las diez de la noche, momento en que los neoyorquinos VIRGIN STEELE hicieron propio el diminuto escenario de la madrileña Sala Live.

Después de la Intro grabada que sonó durante algunos minutos, el escenario se envolvió en llamas con Dust From The Burning de aquel laureado ‘Invictus’ y desde ese mismo instante supe y me dije a mi mismo que lo que iba a vivir iba a ser algo realmente de unas connotaciones épicas como pocas veces en mi vida había vivido. Con un Edward Pursino esculpiendo desde su guitarra cristalinas melodías que sonaban a gloria, con esa apisonadora llamada Frank Gilchriest detrás de los parches y con uno de los mejores y más carismáticos frontmen que he visto en mi vida David DeFeis arremetieron sin un segundo que perder con Immortal I Stand (The Birth Of Adam) de su disco ‘Visions Of Eden’.

Debo admitir que durante los ciento veinticinco minutos que duró el concierto, no hubo un solo instante en donde la banda dejara de sonreír, de disfrutar y de tener una complicidad innata arriba del escenario. Y claro eso es contagioso porque el público devolvió esa gentileza con eufóricos e infinitos aplausos y coreando cada una de las canciones e incluso siguiendo vocalmente cada una de las melodías que el teclado o la guitarra desprendían. Tercer tema y ya puedo hablar de apoteosis general y no me equivoco en lo más mínimo. Justamente ese coro generalizado de las melodías se hizo muy patente en The Wine Of Violence.

In Triumph Or Tragedy y Return Of The King, rescatadas de ‘The House Of Atreus Act I’ fue lo siguiente en sonar y a posteriori uno de los momentos gloriosos de la noche, por decir alguno porque en verdad fue una verdadera seguidilla de éxitos y momentos sublimes, Noble Savage. Esa gran canción de ese gran disco que marcó un punto de inflexión en la banda y la entrada del notable Edward Pursino. Ese genio llamado David DeFeis alternaba entre sus labores vocales y sus clásico teclado, que estaban ubicado a la izquierda del escenario y sinceramente la parte final de Noble Savage fue sencillamente descomunal, indescriptible y con toda la sala cantando. Doscientas almas entregadas al poder de una melodía, de esa nostálgica y dulce armonía salida de la cabeza de un verdadero prodigio como es DeFeis.

La canción más añeja que sonaría en la noche sería Don’t Say Goodbye (Tonight) de aquel ya lejano ‘Guardians Of The Flame’ pero inmediatamente volarían nuevamente hasta el disco ‘Invictus’ marcándose un Dominion Day realmente delirante, frenético y triunfante ante el rendido público. Increíble como el genial vocalista iba intercalando sus tonos más aguerridos con partes suaves y sacando a relucir su ya característico falsete. El solo de guitarra a cargo de Edward Pursino, siempre bien arropado por las líneas de bajo de Josh Block, fue alucinante y seguido al dedillo por los presentes. ¡ MAGIA !

Aunque ya todos sabíamos, incluida la banda, que tenían la victoria asegurada quisieron ir más allá y con un brillante Victory Is Mine continuaron su periplo por esa frenética senda del misticismo. A posteriori fue el momento del lucimiento personal con un magnífico solo de batería a cargo Frank Gilchriest y después Pursino se quedaría unos instantes a solas en el escenario para improvisar un pequeñísimo sólo que de poco fue convirtiéndose en Vow Of Honour y finalizar en Defiance.

Una de esas canciones para dejarse los mismísimos pulmones al entonarla y con el puño en alto asegurarnos de que ese será un momento imborrable de nuestra memoria…y creo que así fue para todos los asistentes. La aplanadora baterística de Mr. Gilchriest seguiría adelante y sería con Symphony Of Steele para el delirio generalizado del público. Tremendo el parón de la batería después del segundo estribillo, esos bombos retumbaron hasta en el mismísimo Valhalla.

Y hablando de Valhalla, con la introducción From Chaos To Creation dio paso a la excelente Twilight Of The Gods y seguidamente la única canción que tocaron de su último disco hizo su aparición. By The Hammer Of Zeus (And The Wrecking Ball Of Thor) sonó realmente contundente. Sin respiro alguno, todo el concierto fue de esa manera, interpretaron desde ‘Age Of Consent’, uno de mis discos favoritos, la trepidante The Burning Of Rome (Cry For Pompeii). Así fue como la banda abandonó el escenario. Pero habría más… todos los sabíamos.

Tres grandes sorpresas nos tendrían guardados para los casi 20 minutos que quedaban. Primero la genial Kingdom Of Fearless, la increíble Crown Of Glory con esa cabalgata guitarrera que causó nuevamente el delirio multitudinario y por último la mejor de las despedidas… Veni, Vedi, Vinci. Y así fue… los americanos vinieron, vieron y lógicamente vencieron.

Ciento veinticinco minutos de auténtico lujo que por suerte pudimos vivir. La asistencia fue cercana a las doscientas personas y que bajo mi punto de vista es algo pobre teniendo en cuenta de las pocas oportunidades que se ha tenido de verlos en los últimos quince años, y más pobres aún fueron las asistencias a Barcelona y Bilbao y que me confirman, una vez más, que desgraciadamente VIRGIN STEELE es una de las más menospreciadas bandas del Heavy Metal.

Pero bueno, parece ser que en la historia de la música los genios en vida son despreciados o poco reconocidos y en su ocaso le llega la gloria y el reconocimiento. En fin… BY THE GODS!!

FOTOS: http://www.goetiametal.com/cronicas/virginsteeleenmadrid2011.html