White Lion – Return Of The Pride

Por Antonio Duncil

Frontiers Records

Mucho se lleva hablado ya en los foros de Internet sobre lo oportuno o no de este disco, aparecido bajo el nombre de White Lion cuando de los White Lion de sus cuatro discos de los años ochenta no queda más que el cantante Mike Tramp, que, por otra parte, y ya voy adelantando mi opinión, siempre fue el miembro más carismático del combo, porque sí, ahí estaba el excelente Vito Bratta, pero Vito era un guitarrista –aunque con una técnica fuera de lo común y un espléndido gusto para la composición- un tanto “oscuro” en su presencia escénica, un hombre que no podía competir, en el sentido del espectáculo puro, con otros guitarrista de su época, siendo peores guitarristas que él en algunos casos: Vinnie Vincent, por ejemplo, o Jake E Lee, que teniendo también poca presencia escénica después de abandonar a Ozzy, era un tornado en el escenario.

Además, queda claro ya desde el principio que este “Return of the pride” es un disco de gran calibre, nada de un producto de saldo. Claro que podía haber aparecido acreditado a Mike Tramp, como tantos otros trabajos ideados por él, pero ya con el doble en directo aparecido hace como año y medio y bajo el nombre de White Lion, se nos anunciaba lo que iba a suceder: Mike Tramp no reunía al grupo pero firmaría con su nombre. La gente se revolvía inquieta. ¿Qué iba a hacer Mike Tramp sin la ayuda de Vito Bratta? Pensaban algunos.

Pues la respuesta es que Mike Tramp, cuando quiere, rockea y rockea de verdad. Nos ha entregado un disco bastante duro, que recuerda a las partes más potentes de su último redondo en estudio en su época clásica, con temas largos, algunos de más de siete minutos, en plan suite hard roquera, y demostrando que Mike Tramp, aunque se apuntó enseguida (e hizo bien, caramba) a la moda del hair metal, estaba muy por encima de los combos de “guapos” de aquel tiempo, muy por encima de Warrant, Slaugther o Vinnie Vincent Invasión, por poner sólo tres ejemplos.

Hay en el disco una balada, pero el resto es material rockero de primera calidad, como decimos nada de saldos, un trabajo más que correcto y muy por encima, en calidad, de lo que esperábamos todos, aunque siempre estarán por ahí los “talibanes del metal” que no perdonarán jamás a Mike Tramp el que se haya atrevido a tirar del nombre de White Lion sin la presencia de Vito Bratta.

Sólo una producción un tanto plana (que recuerda, curiosamente, a la de su tercer disco en estudio “Big game”) hace que el trabajo se resienta un poco. Y también hemos de decir que nos sobran los teclados, que White Lion fue y es una banda de guitarras, y con el nuevo Jamie Law no es que vayamos a decir que nos hemos olvidado de Bratta, pero Jamie es un guitarrista a la altura de lo que se espera de una leyenda como White Lion. Por lo demás, un redondo a poner al lado de “Pride” o “Fight to survive”, así como suena.