Nuclear Blast Records
01. For The Glory Of
02. More Than Meets The Eye
03. The Evil Has Landed
04. The Formation Of Damnation
05. Dangers Of The Faithless
06. The Persecuted Won’t Forget
07. Henchman Ride
08. Killing Season
09. Afterlife
10. F.E.A.R.
11. Leave Me Alone
Cuando te dedicas a escribir sobre música, mas aun si llevas un par de años en ello, es común que te encuentres siempre en el mismo callejón: “el grupo X vuelve luego de 15 años, con fulanito de tal, el integrante original”…aunque es genial que una banda vuelva a la actividad (mas aun si es buena) siempre hay algo qu no encaja cuando no son todos los miembros originales…son los casos de la mayoría de grupos de los ochenta que vuelven a salir ahora pero que no son nada mas que una sombra de lo que fueron en el pasado, por eso me alegra tanto este “The Formation of Damnation”, porque me demuestra que estoy totalmente equivocado.
El nuevo disco de Testament es literalmente un testamento de todas las cosas que hicieron al movimiento tan vital: poder, precisión y melodia….y después de tantos años es bueno recordarlo. En una era de reuniones a medio camino, la banda ha logrado reunir a cuatro de sus cinco miembros originales para escribir otro capítulo del thrash de la Bay Area.
La instrumental “For The Glory Of…” empieza el álbum de una manera épica, con riffs del bienvenido de vuelta Alex Skolnick y su estilo peculiar. “More Than Meets The Eye” también arranca con una intro medieval y cánticos hasta que Paul Bostaph (ex Forbidden y Slayer) da rienda suelta a su creatividad. Si hablamos de las letras vemos que Chuck Billy y los suyos han recorrido terrenos mas espirituales esta vez (“Dangers of the Faithless”, “Afterlife”) que quizás tengan que ver o no con la recuperación del vocalista de un cáncer. Se hayan vueltos religiosos o no, este es un regreso matador, uno que se beneficia (y mucho) del regreso de Alex Skolnick, cuyos solo feroces son realmente impresionantes (“The Evil Has Landed”, “The Formation of Damnation”). Este nuevo álbum tiene lo mismo que aquella actuación que recuerdo, en Granada, hace unos años: thrash, metal melódico y actitud a prueba de fuego, además de permanecer joven en el tiempo….por cierto, la voz de Billy tira mas por aullido melódico del “Souls of Black” que por el death metal de “Demonic” o “The Gathering”. Si otro de los “cuatro caballeros” logra hacer un disco tan bueno como éste, el 2008 va a ser un año de putísima madre.
P.D.: La única pega que le encuentro a este disco es la canción que le da el nombre, ya que las voces “death” de Chuck suenan demasiado forzadas (en el punto de vista de un servidor)…pero son pequeñeces cuando nos referimos a uno de los mejores discos de thrash metal del 2008 (hasta ahora).