[reviews] Intronaut – Fluid Existential Inversions, superando las expectativas

Por Nekrokosmos

Sacha Dunable – guitarra, voz
Joe Lester – bajo
Dave Timnick – guitarra, voz, percusión

1. Procurement of the Victuals
2. Cubensis
3. The Cull
4. Contrapasso
5. Speaking of Orbs
6. Tripolar
7. Check Your Misfortune
8. Pangloss
9. Sour Everythings

Intronaut ha aumentado continuamente las expectativas durante la última década, alcanzando un nuevo pico con la brillante “The Direction of Last Things” y dejándonos con ganas de más. La banda mejoró claramente en todos los niveles, convirtiéndose en una unidad muy ajustada de nivel superior frente a todo lo que le rodeaba ¿Se podrían superar a sí mismos?.

Además, la mezcla cristalina de Devin Townsend en el disco (fue su ingeniero de sonido) no solo mejoró todas sus fortalezas, sino que también combinó con éxito la abrumadora pesadez con las hermosas melodías y las voces en varias capas. Rápidamente se convirtió en uno de sus discos con mejores críticas en los medios, aunque uno estaba convencido de que no se estancarían repitiendo la fórmula. Las complicaciones surgieron cuando el baterista Danny Walker fue apartado de la formación debido a un escándalo de abuso doméstico, sin duda un duro golpe ya que fue un gran apoyo creativo y diversificó su estilo considerablemente a lo largo de los años, pero hay cosas que simplemente no se pueden tolerar. El grupo comenzó a ensayar con Alex Rüdinger (Whitechapel, ex-The Faceless) y el experimento no salió mal.

En lineas generales esta excelente colección de canciones golpea más fuerte que “The Direction of Last Things”, y también vuelve la mirada hacia sus trabajos más antiguos. Las melodías terminan siendo más compactas, pero todas pasan por múltiples segmentos en varios tempos, y el contraste pesado-suave está presente aunque en una forma más suave. Rüdinger es tan impresionante como Walker, logrando equilibrar patrones altamente técnicos con los más resultones, y al mismo tiempo la interacción entre guitarras y bajos sigue siendo igual de ingeniosa y fuerte en todas las canciones. Por ejemplo “Check Your Misfortune” cuenta con una serie de los riffs más aplastantes en el catálogo del grupo, antes de caer en ritmos espasmódicos y, en última instancia, sus acordes de ensueño característicos.

‘Contrapasso’ por su parte crea tensión rápidamente a través de su altísimo riff de guitarra. Las progresiones laberínticas cambian constantemente entre partes brutales y melódicas, firmas de tiempo interesantes e irregulares en todo el registro, al igual que en “Pangloss” y “Tripolar”. No hay escasez de inspiración, está claro que la banda trabajó tediosamente en estas pistas y vale la pena, y canciones como “Speaking of Orbs” o “The Cull” tienden considerablemente al lado más cálido de la producción de Intronaut.

Hay joyas escondidas como interpretación vocal de Dave Timnick y Sasha Dunable al frente de la mezcla. Las porciones maravillosas son cortadas por contrapartes más arenosas, sin embargo, todo está cuidadosamente y detalladamente organizado. Ritmos sólidos y orientados a los extremos inferiores como en la segunda mitad de “The Cull” se complementan muy bien con los sintetizadores de fondo, una línea de bajo profunda y redonda, y esas voces conmovedoras. Los más críticos pueden quejarse de lo familiar que puede sonar este material, sin embargo en nivel de detalles y ejecución han mejorado.

Casi que mi único problema con el disco es la producción, y es que su predecesor fue para mí uno de los mejores lanzamientos de la última década mientras que este último no es tan fluido. Las voces estridentes parecen demasiado secas y el bajo podría haberse beneficiado de un tono más brillante. Lo escucho otra vez y me doy cuenta de que el material es más pesado y turbio, pero perdiendo terreno en favor de las guitarras. Por momentos se parece bastante a lo que hacen Russian Circles, en donde sin duda Kurt Ballou agregó su toque característico hacia el post metal…y eso significó perder el amplio aspecto de detalles sónicos. Las influencias ocasionales del jazz cuyas características florecieron en esa mezcla cristalina no brillan tanto aquí, y dicho esto es un imperativo que escuches “Fluid Existential Inversions”.