Por Suzy B.
1. In the Beginning
2. Shout at the Devil
3. Looks that Kill
4. Bastard
5. God Bless the Children of the Beast
6. Helter Skelter
7. Red Hot
8. Too Young to Fall in Love
9. Knock ’em Dead Kid
10. 10 Seconds to Love
11. Danger
Como lo demuestra su altamente divertida biografía, Motley Crue se tomaron lo de las drogas y el sexo bastante en serio. En sus tiempos pocos se las arreglaron para llegar al nivel de depravación en el cual se sumergieron, sin embargo descuidaron un poco la parte del rock n´roll y nunca se acercaron a ser unos músicos talentosos. Con la excepción de Tommy Lee, quien ira a la historia de la música como uno de los mejores baterías del hard rock, el resto eran solo músicos normales; esa mezcla del estilo de Robin Zander y David Lee Roth demostraba que Vince Neil ocultaba una voz que no llegaba a destacar; Nikki Sixx, a pesar de tener un toque sólido, demostraba poco rodaje, y Mick Mars tenía el estilo pero nunca hizo nada nuevo o excitante. Sin embargo, cada vez que estos cuatro fantásticos se dedicaban realmente a la música algo bueno salía de ello, y “Shout At The Devil” se mantiene como firme testimonio.
El primer album de la banda, “Too Fast For Love”, fue un extraño debut, con un par de buenas canciones (“Livewire”, “Piece Of Your Action”) y un montón de rellenos, pero que les acercó un contrato con Elektra Records, lo que el líder y compositor Sixx vio como su gran oportunidad. Lanzado en el otoño de 1983, Shout At The Devil demuestra un gran avance en composición, aun macho-hard rock como todo álbum de los ochenta, pero mas duro que todo lo que había salido hasta entonces. Me puedo imaginar a los jovenzuelos cogiendo sus vinilos y mirando la portada en negro con el pentagrama adosado y la foto de los tios mas tenebrosos que se pudiesen imaginar. Parecían sacados de una audición de la pelicula Mad Max, con todo ese cuero, maquillaje y esa vestimenta (Sixx luego reconoció que la imagen de la banda estaba inspirada en la película).
Aunque a Motley Crue se los metió en el saco de todas aquellas bandas de hair metal de los ochenta, la gente casi siempre olvida lo oscuro y amenazante que es Shout At The Devil. Comienza al mas fiel estilo Spinal Tap, con una narración que sonaría de lo mas infantil si no fuese porque la siguiente canción patea traseros de aquí a China; Con los primeros riffs de Mars en “Shout At The Devil” sabes que estos chicos son auténticos, con una poderosa sección rítmica cortesía de Sixx y Lee mientras Neil grita “but in the seasons of wither, we´ll stand and deliver, be strong and laugh and, shout, shout”.
El resto del album no deja títere sin cabeza, “Looks That Kill” es sin dudar el single mas fuerte con una interpretación mas que inspirada de Neil, asegurando que nadie olvide ese fabuloso, fabuloso video. La enorme “Bastard”, que fue escrita para el antiguo manager de la banda (Alan Coffman) y la rápida “Red Hot” demuestran la gran habilidad de Lee, mientras que la versión super heavy de “Helter Skelter” de los Beatles se recuerda como la mejor versión de los Beatles que un grupo de hard rock se atrevió a hacer. “Knock ´Em Dead, Kid” fue escrita por Sixx luego de un fructuoso encuentro con el departamento de policia de Los Angeles y entre gritos carga contra todo: “Now I´m supercharged, might just explode in your face, I´m black, I´m black, I´m Black, and I´m primed for hate”. En la otra cara de la moneda está “Ten seconds to love”, una macarrada que inclusive su hit “Girls Girls Girls” no puede superar.
Dos canciones de Shout At The Devil siempre se pierden entre la lista de clásicos de la banda, pero por cuenta propia se abren paso como dos de las mejores. “Too Young To Fall In Love” fue un single espectacular, con Tommy Lee simulando, en la batería, a un tío con botas por una calle oscura mientras Mars sacaba de la manga una serie de riffs staccato brutales y Neils apuñalaba con “now I´m killing you, watch your face turning blue” para seguirlo con un estribillo melódico. La frase “This is Hollywood” lo resume todo.
Lastimosamente Motley Crue no llegaron a alcanzar la grandeza de Shout At The Devil durante el resto de su carrera, sus dos albumes siguientes fueron grabados en una nube de drogas y alcohol; la mas sobria Dr. Feelgood fue sobreproducida y sobrevalorada, y los últimos diez años han sido un vaivén de sinsabores. Los créditos de Shout At The Devil dicen todo lo que hay que decir de este album: “Este disco fue grabado estando ciegos de Foster´s, Budweiser, Bombay Gin, mucho Jack Daniel´s, Kahlua y Brandy, Quackers y Krell, y mujeres salvajes”. Quizás este estilo de vida los llevó al declive sin frenos, pero un clásico del metal como es este Shout At The Devil valió la pena.