Por Mariano Bacigaluppi
01. Loch Lomond (6:49)
02. The Phoenix Flown (2:08)
03. Wanderlust (0:44)
04. Til These Eyes (2:41)
05. Prairie Angel (2:58)
06. A Place Called Freedom (5:56)
07. Between The Sunset And The Coconut Palms (3:17)
08. Waking To Life (4:49)
09. Two Faces Of Cairo (5:13)
10. Looking For Fantasy (4:32)
11. Summer’s Breath (1:12)
12. Catwalk (5:44)
13. Turn This Island Earth (11:50)
Miembros
Steve Hackett – Guitarras, Voces, Harmónica
Simon Phillips – Batería
Gary O’Toole – Batería, Voces
Chris Squire – Bajo
Nick Beggs – Bajo, Chapman Stick
Dick Driver – Contrabajo
Roger King – Teclados
Ben Fenner – Teclados
John Hackett – Flauta, Voces
Rob Townsend – Saxo, Whistle, Clarinete
Amanda Lehmann – Voces, Guitarras
Christine Townsend – Violín, Viola
Richard Stuart – Cello
Sello
InsideOut Music
Century Media Records
Website
www.hackettsongs.com/
Una vez más STEVE HACKETT ha sacado un disco al más puro estilo Steve Hackett en estado puro, es decir con multitudinarias influencias de varias partes del mundo pero con una perfecta armonía, conjunción y calidad a la hora de imprimirlo. ¿Esto es posible? Seguramente os preguntaréis muchos de vosotros y no me queda más que asentir y disfrutar de este disco en dosis ilimitadas.
Lo que sí, aprovechando que hago la segunda review de este artista, creo que me molesta un poco que quizás para los menos embarcados en la música progresiva se nombre a Steve Hackett y pase un poco desapercibido, pero cuando se dice que fue el ex-guitarrista de GENESIS ahí la cosa cambia. El problema, o mi problema esencialmente, radica en que han pasado más de treinta años desde que decidiera tomar un camino diferente de los comandados por Phil Collins, después de la partida de Meter Gabriel, y aún se le siga tildando con esa etiqueta, después de haber facturado más de una veintena de discos solistas.
Por sobre todas las cosas, este es un disco completamente variado y variopinto y por lo tanto riquísimo compositivamente hablando y una auténtica delicia para nuestros oídos. La puerta se abre con Loch Lomond, una canción donde el primer paso que da es una roquerísima guitarra que poco a poco se va fusionando con unos exquisitos arreglos orquestales para luego dar paso a que la banda (guitarra, bajo y batería) suene al completo e instantáneamente un sintetizador será el que predomine para servir en bandeja una deliciosa guitarra acústica que viene de la mano con la voz de Mr. Hackett. En tan sólo tres minutos nos encontramos con todo esto… Ya os lo dije… Steve Hackett en estado puro… Pero eso no será todo ya que unas gaitas escocesas serán la presentación para un magnífico y virtuoso solo del jefe. Magia a raudales…
The Phoenix Flown es una instrumental que apenas sobrepasa los dos minutos y es muy en el estilo Satriani, por su estructura y su sonido, pero no es otra cosa que el señor Hackett desplegando nuevamente sus alas. Lo mismo pasa con Wanderlust, también es instrumental, aunque ésta no llega al minuto de vida. La guitarra acústica es la verdadera reina de la canción que nos sugiere unas sugerentes melodías de tintes arabescos y que sirve como presentación de Til These Eyes que es una de las genialidades del disco. Susurrante de principio a fin que seguramente os recordará un poco a Dust In The Wind de KANSAS. La guitarra acústica seguirá siendo la que marque el camino, pero esta vez amalgamada con los instrumentos clásicos como son el violín, la viola y el violonchelo.
Creo que todos cuando escuchamos un disco desde el primer instante que escuchamos una melodía nos adueñamos de ella y nos cuesta mucho desprendernos de ella y la escuchamos una y mil veces y esto me pasa con la duología compuesta por la instrumental Prairie Angel y la floydeana A Place Called Freedom. La primera de ellas carente de voz, ni falta que le hace, es una emocionante montaña rusa sonora donde el nexo común es la sensibilidad. Lo primero que escucharemos es la guitarra sonando con ese carismático efecto violín, intuyo que hecho con un E-Bow, para que después entre el resto de la banda siempre de forma apacible y con sonidos hindúes interviniendo tímidamente.
La intensidad irá in crescendo para convertirse en un temazo 100% Deep Purple con un gran trabajo desde la batería. Y ahí será cuando A Place Called Freedom entre en juego y Gilmour & Waters, e incluso los propios GENESIS, se nos vengan a la cabeza inmediatamente. Que gran regalo para nuestros sentidos, un verdadero deleite ilimitado lleno de luminosidad sonora para escuchar en una perfecta oscuridad. Sinceramente, hacía bastante tiempo que no escuchaba una canción nueva que sea tan perfectamente bonita.
Between The Sunset And The Coconut Palms continúa un poco con la tesitura establecida en la canción anterior.
La voz murmurante y la guitarra acústica son las reinas del tema junto a un precioso violín que comienza a sonar justamente un minuto antes del ocaso de la misma. Con Waking To Life viajamos nuevamente a la India donde la guitarra aparecerá sonando como una citara y la voz de Amanda Lehmann se apoderarán de los casi cinco minutos que de vida tiene la canción.
Two Faces Of Cairo es una pieza instrumental de cinco minutos donde su nombre nos da muchísimas pistas de donde provendrá el sonido. Nuevamente Hackett sonando magistralmente y literalmente haciendo hablar a sus seis cuerdas. No hace falta llamar a ningún ilusionista porque con esta magia que percibiremos nos sobra…
Y hablando de magia, en Looking For Fantasy se vuelve al camino antes planteado en A Place Called Freedom. Dócil y afable sonoridad que con el correr de los minutos se vuelve más tierna si cabe. Summer’s Breath es otra demostración instrumental acústica del músico inglés y que es una auténtica antítesis a la roquera/blusera Catwalk. Otra nueva muestra de la apertura mental del músico a la hora de componer, ésta vez inspirándose en el espíritu de Stevie Ray Vaughan y volviéndolo a la vida con una canción que el propio guitarrista americano podría haber firmado.
Llegado a este punto creo que tan sólo me quedaría darle las gracias al señor Steve Hackett por hacer esta nueva obra maestra llena de colorido, pero antes debo hacer mención a lo que es la última de las canciones. La maratónica Turn This Island Earth llega casi a los doce minutos y en ella nos encontraremos de todo un poco, como una especie de impecable y magnífica conclusión del disco. Los teclados y las guitarras acústicas comenzarán abriendo paso para luego aparecer la voz del propio Steve dentro de una espiral sonora electrónica, bastante adictiva por cierto.
Su voz continuará de esa forma y los teclados netamente progresivos reinarán por un buen rato hasta que el Rock Made In Purple amenazará nuevamente con adueñarse del territorio, pero poco le durará esa preponderancia porque nuevamente los arreglos orquestales y los mágicos teclados progresivos imperarán el terreno sónico. Más y más magia….
El fin ha llegado, pero os recomiendo si os decidís a comprar dicho disco, no perdáis la oportunidad de adquirir la edición Deluxe que viene acompañada de un Bonus CD con nueve nuevas canciones con la misma calidad que el disco original. Uno de los grandes discos del año 2011… No tengo la más mínima duda de ello.