Por Nekrokosmos
Jacob Bannon – Voz
Kurt Ballou – Guitarras
Aaron Dalbec – Guitarras
Nate Newton – Bajo
Ben Koller – Batería
1. Concubine 1:19
2. Fault and Fracture 3:05
3. Distance and Meaning 4:18
4. Hell to Pay 4:32
5. Homewrecker 3:51
6. The Broken Vow 2:13
7. Bitter and Then Some 1:28
8. Heaven in Her Arms 4:01
9. Phoenix in Flight 3:49
10. Phoenix in Flames 0:42
11. Thaw 4:30
12. Jane Doe 11:34
Nadie puede poner en duda que “Jane Doe” de Converge fue un disco que cambió las reglas del juego en la música metal/hardcore en su momento de salida en 2001, y en plena etapa post-numetal. Un soplo de aire fresco que 15 años después sigue sonando a actual, y que sin duda influenció a cientos de bandas que ya existían en ese momento, y que nacieron tras el “Jane Doe”.
Nunca un disco dejó tan poco definidas las fronteras entre metal, el hardcore, y el grindcore. Kurt Ballou es hoy reconocido como un gran productor para otras aventuras, pero sus pinitos se iniciaron en 2001 con la obra maestra “Jane Doe” bajo la supervisión de Matthew Ellard. Converge no han sido ni de cerca la primera banda en realizar la mezcla de guitarras caóticas con voces desesperadas, partes lentas aplastantes y una melodía invisible pero palpable…lo que si consiguieron fue hacerla sonar así de importante por primera vez
Es un disco de contrastes, porque un sonido tan violento y ruidoso nace de las frustraciones de una relación fallida aunque nunca se haya confirmado oficialmente que fuese un disco conceptual. Hay mucho que especular en este disco, porque nada es explícito y allí reside parte de su magia: uno puede sacar sus propias conclusiones. ¿Como un disco tan violento pudo tener una producción tan pulcra con unas guitarras tan crudas? No se embarra sonoramente, no se pierde en la oscuridad, no predominan unas voces encima de la producción…es el matrimonio perfecto que lograron sacar, incluso dejando la voz de Jacob Bannon por detrás en la mezcla.
No fue el primer lanzamiento de Converge, pero sí el que los posicionó en el mapa. Desde las iniciales “Concubine” y “Fault And Fracture” hasta ese final casi post-metal con la canción que da título al álbum vemos que estamos ante una colección de texturas emocionales, como si de un animal malherido se tratase. Supieron como hacer respirar a la bestia con medios tempos como “Phoenix In Flight”, y darle un toque diferente con “Homewrecker” que nos da un descanso espiritual después del aura violenta que lo rodea. Ben Koller seguía entonces tan ruidoso como anteriormente, pero definió los patrones de su sonido particular evitando el desastre melodramático. Converge en 2001 eran miserables por dentro, y pura rabia por fuera.
Cogieron todo lo que habían hecho antes y lo hicieron mas pesado, con una base mucho más solida. Nadie podía descifrar las voces de Bannon en ninguna de las canciones de “Jane Doe”, pero poco importaba porque el feeling que desprendía era suficiente. Pasaron de ser una mera banda de hardcore correcta a ser una fuerza de la naturaleza, prestando varias influencias del metal extremo (aunque Bannon cita a Fugazi como una de sus principales influencias en esa etapa de su vida). Todo lo que hicieron antes, y lo que han hecho después vive a la sombra de Jane Doe. Uno de esos discos que solo es posible parir una vez en la vida.