Texto: Víctor Ciria
? Gaizka Peñafiel Dañobeitia
Llegó el final de la banda Berri Txarrak, después de 25 años, 9 álbumes de estudio e innumerables festivales, salas y pabellones. Esta vez, llegaban a Madrid justo antes de la última cita de su historia que serán dos noches seguidas en Pamplona, su casa.
Alrededor de 8.000 almas llegadas de todos los rincones de la Península se dieron cita el pasado 9 de noviembre en el Wizink Center de Madrid, antiguo Palacio de los Deportes. Gran parte del público se animó a viajar a Madrid después de que se agotaran las entradas para ambas noches en la capital navarra. El resultado fue un Wizink Center lleno hasta los topes, tanto que algunos como un servidor nos perdimos a la banda telonera, Pasajero, por las largas colas en los roperos.
Pocos días antes del concierto, y ante el sold out, se puso a la venta otra tirada de entradas, habilitando una grada en el fondo contrario al que se encontraba el escenario. Los laterales del pabellón se taparon completamente con sendas lonas y el escenario se encontraba en el fondo norte, con pantallas en ambos laterales y en el centro, encima de donde saldrían a tocar minutos después el trío de Lekumberri.
Comenzaron a sonar los primeros acordes de ‘Gelaneuria’ a las 9 y media de la fría noche de sábado. Bastaron 3 canciones para que el vocalista Gorka Urbizu se emocionara, recalcando que ésta iba a ser para ellos “una noche agridulce”. Fue un setlist muy especial en el que tocaron temas de todos sus discos, excepto el primero y homónimo. Desde la época con más sonido Nu-Metal (en la que me recordaban a bandas como System of a Down en cortes como ‘Libre’), su época más punk o la actual más alternativa. 35 cortes que se prolongaron hasta las 2 horas y media de concierto, tocando 25 temas prácticamente del tirón, para volver después de un ligero descanso e interpretar la emotiva ‘Maravillas’ en acústico.
Fueron numerosas las veces que se dirigió el líder y vocalista Gorka Urbizu al público madrileño, sobre todo recordando sus visitas a la capital en estos 25 años (algunas de ellas bajo nombres falsos para intentar sortear la censura del gobierno municipal) en salas como la Ritmo y Compás o la Joy Eslava, hasta llenar dos años seguidos la Riviera y finalmente conseguir el sold out en el Wizink Center, donde muy pocas bandas lo consiguen.
También citó a la actualidad política, con un claro mensaje en ‘Sols el poble salva al poble’, un cover de la banda catalana KOP. Otro de los momentos más emotivos de la noche fue su reciente single ‘Katedral bat’, como despedida a esa catedral que han construido durante los últimos 25 años a base de acordes de guitarra. Cerraron la noche invitándonos a gritar y a descargar toda la rabia contenida con ‘Oihu’, como colofón final a una noche de rock memorable.
Setlist:
- Gelaneuria
- Ez dut nahi
- FAQ
- Jaio.Musika.Hil
- Izena, izana, ezina
- Spoiler!
- Iparra Galdu: Hegora Joan
- Zertarako amestu
- Berba eta irudia
- Stereo
- Libre ©
- Jainko ateoa
- Iraila
- Bigarren itzala
- Lemak, Aingurak
- Bueltatzen
- Zuri
- Zirkua
- Biziraun
- Zerbait asmatuko dugu
- Hitzen oinarri ahula
- Zaldi zauritua
- Oreka/Toro (El Columpio Asesino cover)
- Isiltzen banaiz
- Poligrafo bakarra
Encore:
- Maravillas (acústico)
- Sols el poble salva al poble (KOP cover)
- Betiko leloaren betiko leloa
- Denak ez du balio
- Ikusi arte
- Bigarren eskuko amets
Encore 2:
-
Ikasten
-
Katedral bat
-
Oihu