Por BlackAnt
1. Beneath the remains.
2. Inner Self.
3. Stronger Than Hate.
4. Mass Hypnosis.
5. Sarcastic Existence.
6. Slaves of Pain.
7. Lobotomy.
8. Hungry.
9. Primitive Future.
¿Qué es Beneath the Remains?, ¿qué sentimientos provocaba su escucha en el momento de su aparición?, ¿por qué estos hijos de la más perra miseria brasileña conseguían encumbrarse en la más alta cima del reino del Thrash Metal?. Para dar una respuesta solo hay que hacer una cosa: escuchar una y otra vez este grandioso trabajo lleno de ira.
Después de tres álbumes que eran más claramente unas piezas de autentico Death Metal muy sucio y con mala producción (pero clásicos entre clásicos) nos cae cual vil bomba de la II Guerra Mundial esta maraña de temas intrépidos y desconcertantes. Digo bien, intrépidos pues para pocos era comprensible que estos aun niños se atrevieran ni tan siquiera a hacer lo que acababan de hacer. Desconcertantes porque te dejaban de piedra y no asimilabas exactamente el mensaje emocional que transmitían cuatro pobres chavales que habían sufrido en carnes propias el suplicio de la miseria y la violencia de una de las zonas más podridas de todo el mundo: Las Favelas. Beneath the Remains sale al mercado en 1.989 y de repente “BOOM”, las dudas sobre su aceptación por parte del público se despejan al ritmo de sus riffs, solos, pesadez, oscuridad, fuerza y todos los adjetivos posibles para definir un concepto musical que hasta ahora no había sido escuchado por los mortales. El Thrash se tenia que autodefinir de nuevo.
Los cuatro dementes que componían Sepultura en aquel entonces (como añoro aquellos tiempos) cumplieron con su papel de músicos a la perfección. Max Cavalera nos arremetía con toda la virulencia de su potente y desgarradora voz, diferente en esta ocasión en varios aspectos a los tonos utilizados en sus anteriores trabajos, también se dedicaba a destripar unos riffs endiablados, cambios de ritmo velocísimos y sobre todo ofrecía contundencia. Andreas Kisser se empecina en hacer unos solos que se salen de lo normal, esquizofrénicos, precisos y sobre todo muy thrasher, cabe resaltar que se le nota una total influencia de gente como los dos hachas de Slayer. Paolo Jr. realiza un trabajo magistral con su instrumento, dándole vigor a la base rítmica de todo el disco y apuntalando con fuerza las bases del sonido de Sepultura. Hablar de un batería extremo desde ese momento es sinónimo de hablar de Igor Cavalera, superdotado con su instrumento, que manera de manejar las baquetas, como hace que todo el disco esté lleno de fuerza inusitada, es magistral, redobles infernales, doble bombo perfectamente estructurado y preciso, para mi el mejor de los cuatro. Nueve temas componían el track list de tan sublime sinfonía, quedarse con alguno en concreto es harto difícil pues cualquiera de ellos te hace sentir el fluir de la adrenalina por tu cuerpo.
La intro de Beneath the Remains es el preludio al más perfecto Armagedón musical, desde esa canción hasta la última es un no parar. Inner Self es simplemente perfecta, tanto en ejecución como en garra, la cual la convierte en una pieza clásica de sus conciertos, para mi es sin duda una de las mejores canciones de Metal de toda la historia. Pero es que hay más, Stronger Than Hate y Mass Hypnosis eran simplemente dos cañonazos directos a tu sesera, sin un ápice de melodías comerciales, cambios constantes de ritmo y una fuerza en sus riffs que te ponían los pelos de punta.
Y es que Sepultura no tenían en mente hacer ningún cameo a baladas u otras blasfemias. Comenzaba la cara b (por aquel entonces era el mundo del vinilo) y lo volvían a hacer, es decir, de nuevo a por ti, de nuevo a maltratar tus neuronas con Sarcastic Existence, después de esa apisonadora llegaba el turno de otra canción sublime y también clásica entre los clásicos: Slaves of Pain, no sabría definir bien este tema, es tan espectacular que desborda mi mente y mis conocimientos musicales, de nuevo otra de las mejores canciones de Metal jamás compuestas por nadie. El broche lo colocan con sus tres últimas composiciones, Lobotomy, Hungry y Primitive Future nos devuelven a la realidad de una gran banda.
De nuevo abusan de todo su ingenio, musicalidad e innovación para cerrar el que para muchos es el mejor disco de Thrash Metal de la historia, con el permiso de Reign in Blood claro (cuantas veces habré escuchado o leído esto). Desde luego es innegable que hicieron suyo el lema “VINI VIDI VINCI” y nadie supo rebatir su propuesta musical, cerraron la mano con un póker de cuatro ases, imposible vencerlos en ese momento (solo ellos se vencieron a si mismo). Dejaron claro un aspecto, si bien cuando se hablaba de Thrash todos nos volvíamos hacia la escena alemana y el Bay Área, ahora también había que mirar hacia Brasil y ver que nos deparaban SEPULTURA.